Desde luego un enclave muy apropiado para relajarse y disfrutar. Ya tenía buenas referencias, pero no superaron a la muy buena experiencia que tuve. La verdad es que se disfruta de todo. Jose y el resto del equipo se vuelcan en agradar y satisfacer. Hacen el pan casero (varios tipos muy buenos todos). Torta de queso fundido mmmm... También probamos un poco de gazpacho manchego que, aunque los he comido mejores, estaba MUY bueno. Luego un arroz muy sabroso con caracoles y no recuerdo qué más. Copas perfectas y vinos de la zona. Todo el conjunto (comida, trato y entorno) hace que salgas muy satisfecho. Orujos caseros (mi debilidad) Recomendable ir sin duda si se pasa cerca de allí. Felicidades.