Imprescindible pora el aficcionado al vino

Restaurante situado en pleno centro de Valencia, en la plaza del Arzobispo, detrás de la plaza de la Virgen. Decoración un tanto ecléctica que combina paredes pintadas en colores atrevidos (en ocre y morado), suelo de madera, sillas de estilo clásico (cómodas), barra chapada con tapas de cajas de vino de madera y cuadros de motivos enológicos. El resultado final podría decirse que es moderno, me gusta. Mesas ámplias y con una adecuada separación entre ellas. Dispone de un comedor algo más privado, separado del resto del comedor por una estantería-librería.

La carta se organiza en aproximadamente unos diez entrantes, otros tantos platos principales, un arroz del día (que ofrecen de lunes a viernes), selección de quesos artesanos (selección de tres = 9 euros y selección de cinco = 15 euros) y unos seis postres a seis euros cada uno, incluyendo una selección de la pastelería congelada de Paco Torreblanca. La cocina es de mercado, basada en la buena calidad de las materias primas, sin elaboraciones especiales o presentaciones barrocas, es en definitiva honesta, comes lo que ves y lo que es, pero es que en este restaurante el protagonista es el vino y todo su entorno. La vajilla bonita (Versace) y la cubertería buena y adecuada. Los precios son siempre con iva incluido, al contrario de lo que ocurre con la gran mayoría de restaurantes.

La carta de vinos, con unas 800 referencias, clasificada por tipos, por países y por denominaciones de origen o indicaciones geográficas, es extensa, bien seleccionada (intenta que los vinos varietales sean originarios de dónde procede la casta, o mejor adaptada esté) y con precios muy ajustados (por ejemplo un Mauro 2005, costaba 25 euros iva incluido), pero lo mejor de este establecimiento es la posibilidad de degustar cualquiera de los vinos ofrecidos en la carta (800) por copas, al precio de la botella dividido por siete. La cristalería de cristal fino, de la marca Rona y diseñada por el propio Juan Ferrer, de vidrio soplado y de una sola pieza, vino servido y conservado a temperatura adecuada. Existe la posibilidad que el sumiller armonice los vinos con la comida según la elección realizada por el comensal, de un segmento de precios que va desde el segmento iniciado (5 euros la copa), hasta la posibilidad de beber vinos míticos en el segmento de los 100 euros la copa. En cuanto a licores la oferta es amplia, sobre todo en cuanto a whiskys, bien preparados por lo que pude observar.

Nuestra experiencia para comer fue: en el previo te ofrecen un buen pan para mojar con aceite de oliva virgen y escamas de sal. Compartimos dos entrantes: ajo arriero con trufas y nueces y pimientos del piquillo rellenos de setas, luego entrecot, lomo alto oreado y solomillo de cerdo ibérico con reducción de oporto. En el postre elaboraciones de Paco Torreblanca y un buen café (corto de verdad). En cuanto a la bebida, además de agua mineral, en los entrantes: copa de manzanilla la bota número 10 del equipo navazos de la saca de enero de 2008 (impresionante nariz), un chardonnay de la borgoña cosecha 2001 (en un momento estupendo de consumo). En los platos principales un astrales 2006, que no cumplió las expectativas que tenía depositadas en él. En los postres le pedimos un Olivares y Juan nos aconsejó, casi “impuso” (un poco “divo” él, pero con ganas de dar buenos consejos) un Bablut 1997, vino dulce del Loira elaborado con chenin blanc botritizado y con 18 meses de crianza en barricas de roble, impresionante vino, gracias por la “imposición” Juan, más tarde me ofreció como detalle, sólo a mi, una copa de dulce tintoralba de Almansa.

Como fui invitado no sé el precio final de la comida.

Existe la posibilidad de comprar los vinos a precios de tienda.

En definitiva, para el aficionado al vino, curioso por probar vinos nuevos y recibir buenos consejos, este restaurante y wine bar se constituye en una cita imprescindible.

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    JuanFerrer

    Estimado Jose.

    En primer lugar quiero agradecerte tu minuciosa crítica.
    Acepto lo de divo, esperando que no sea en tono peyorativo y que aluda al menos a una de sus dos primeras acepciones:

    Del lat. divus.

    * adj. Dicho de un artista del mundo del espectáculo, y en especial de un cantante de ópera: Que goza de fama superlativa.

    * adj. Se dice de un personaje ilustre.

    ;-)

    Siento la imposición vinicola, (a veces no me contengo) pero convendrás conmigo en que el vino que te ofecí (Bablut Selección de Granos Nobles 1997), es infinitamente mejor que el que querías (Olivares).

    Lo hice porque estaba un poco contrariado, puesto que a alguien a quien le ofreces 800 vinos por copas, me pida una botella de Astrales 2006 para acompañar casi toda la comida, me parece un absurdo tan grande, que me sentía algo frustrado como sumiller. De ahí mi autoritarismo a la hora de ofrecer el dulce. Era consciente de él, y quizá fui demasiado agresivo. Lo siento y si te molesté te pido excusas.

    En mi opinión, nada más bello que acompañar cada plato con un vino diferente, ir descubriendo zonas, variedades y productores distintos a cada paso, ir sorprendiendose paulatinamente con todas las joyas que nos deparan nuestros “Divos” viticultores.
    Sabía perfectamente que ese Astrales que pediste estaba duro, tánico y algo antipatico, pero ya ves, mi prudencia (algo poco habitual en mí) me impidió ofrecerte un vino diferente, ante el temor que pensases que no lo tenía. (mucha gente lo hace)

    Reitero mi agradecimiento por tu buena crítica, a pesar de que siento que la buena calidad de los productos que ofrecemos y la honestidad culinaria sea tan poco valorada.
    Saludos afectuosos y espero que la próxima vez tengas un poco más de confianza en mi criterio, al fín y al cabo, he seleccionado yo esos 800 vinos, y los conozco perfectamente. De hecho, !son mis niños!

    Felices vinos

    Juan Ferrer
    Enópata

    Posdata: El magnifico Chardonnay que os ofrecí, era un Chablis Grand Cru Vaudesir 2001 de Joseph Drouhin.

  2. #2

    JoseRuiz

    Estimado Juan,

    Agradezco tu comentario. Tan sólo realizar unas apreciaciones:

    • Como habrás leído en mi crítica, mi mujer y yo estábamos invitados a la comida por una buena amiga, pero residía en mi persona la responsabilidad de elegir el vino, por tanto no quería excederme en el precio del vino elegido y tuve que realizar alguna restricción. Tu carta de vinos tiene unos precios muy ajustados, como pocas veces he constatado en ningún restaurante, pero todos ellos son de calidad y coste alto, los más económicos empiezan en 25-30 euros aproximadamente.

    • Elegí Astrales, porque:

    o Es un vino del que tenía buenas referencias y me apetecía probar.
    o Que esté en tu carta, me otorga confianza, ya que según comentas es uno de tus “niños”.
    o Era uno de los que tenían un precio más comedido y pensé que si continuábamos bebiendo por copas encarecería la factura final y quería ser comedido como ya te he dicho anteriormente, al no tener la libertad de pagar.
    o En la carta de vinos el Astrales que figuraba era el 2003 y no el 2006 que finalmente me ofreciste, ya que según me informaste la carta estaba en plena reestructuración y contenía algunos errores. Yo elegí el Astrales además de los motivos expuestos porque también pensaba que al ser de la cosecha 2003, estos años en botella le habrían beneficiado.

    • Como aficionado al vino te diré que comparto contigo plenamente la idea de probar nuevos vinos y satisfacer la curiosidad aparejada a esta afición, por lo que cuando vuelva a visitar tu establecimiento (si no tengo restricción alguna), no dudes que me dejaré guiar por tus consejos y tu buen criterio.

    Saludos,

    Jose

  3. #3

    JuanFerrer

    Estimado José.
    Gracias por tus apreciaciones, ahora está todo más claro.
    Ciertamente el Astrales 2003 está mucho más redondo, o menos astringente que el 2006, tal y como te dije, estamos ultimando nuestra nueva carta de vinos, y ese es uno de los vinos que se queda fuera, ¡por niño maleducado!.
    Además en la nueva carta figurará directamente el precio por copa, ni siquiera contemplaremos que alguien pueda venir y querer tomar siete copas del mismo vino. ;-)
    De hecho, en nuestro querido Wine-restaurant, no es más caro tomar el vino por copas, que tomarlo por botellas. Dividimos el coste de la botella entre 7, que son las copas que nos salen por botella, y ¡andando!
    Simplemente que me hubieras indicado el nivel de “Sabiduría enópata” que querías, habríais podido degustar varios vinos diferentes de precio equivalente al Astrales. El nivel entre principiante y amateur te habría podido encajar en el presupuesto.
    Lo de comenzar los precios de las botellas en mi carta de vinos en 25 o 30 euros obedece a que por debajo de esa cantidad (si deduces nuestros 10 euros por el servicio), quedan pocos vinos de buena calidad, además, si hubiera alguno o algunos que destacasen a la baja, mucha gente escogería esos, por la única razón de su precio más reducido, de ahí que haya sido premeditadamente cuidadoso con los vinos “baratos”.
    Gracias por venir a nuestro restaurante. Espero poder hacerte disfrutar más el próximo día.

    Saludos cordiales y sobre todo Felices vinos

    Juan Ferrer
    ENOPATA

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar