De nuevo por este restaurante que esta de moda por el norte de Tenerife, en esta ocacion para comer una "laconada" exquisita. De primero, una empanada y las croquetas de la casa que no pueden faltar, como siempre, buenisimas. Y para rematar el lacon con grelos. Tomamos un vino blanco del Valle de Güímar, El Borujo, que le va muy bien a este tipo de comida ya que se asemeja a un buen albariño. Repetiremos, todo muy bueno.

Estoy completamente de acuerdo con los comentarios anteriores es un buen resturante, con un buen servicio y ricos platos. Probé fuera de carta un arroz a la crema con langostinos que estaba delicioso. Además tienen vinos muy buenos (Pesquera, El Vinculo de la mancha, Teofilo Reyes,este exquisito, Terras Gauda, para el arroz, Propiedad Remondo de Rioja, me encanta, etc. muy ricos de veras).

Restaurante con carta algo limitada pero donde la calidad de las materias primas es indudable. Lo habitual es pedir varios platos para compartir entre los comensales. No pueden faltar las croquetas ni la empanada del día. Buena bodega (no falta ningún básico de la ribera del duero -cepa 21, alión, emilio moro, aalto...). Copas mejorables.
Altamente recomendable.

Coqueto restaurante que ha abierto las puertas recientemente, excepcional. Bajo las ordenes de Jose y Maria, verdaderos profesionales de la restauracion, se cuidan todos los detalles de este maravilloso local. Cocina con productos 100% frescos que pasan por las manos de Maria que hace maravillas para llegar a sorprender en la mesa al cliente. Luego en el comedor se encuentra un profesional de la hosteleria como es Jose, que cuida cada detalle del servicio de mesas y con un gran conocimiento sobre los vinos españoles, un gran sommelier de los que van quedando pocos en nuestr país. El marco es espectacular, pocos restaurantes como este en Tenerife. Merece la pena hacer una visita a sitios como este.
P.D. Las croquetas y la empanada fuera de lo común.