Mejor en las pizzas

Local italiano, algo veneciano, de arraigada presencia en la ciudad y que tiene habitualmente (hoy no, mañana) un menú bastante apreciado. 

Tiene una distribución interna un poco laberíntica pero eso le da más intimidad a diferentes espacios convertidos en pequeños comedores diferenciados; en la zona de la entrada hay un buen horno de leña. Las mesas y sillas son pequeñas tanto las de pareja como las de 4 comensales, haciendo algo incómodo poder tener alguna opción más que tu propio plato y copa; la separación de mesas no valdría para la época Covid, pero al ser pocas mesas en cada espacio permite cierto aislamiento. Mesas sin mantel, servilletas de papel tela, vajilla básica y copas de vino buenas.

La carta de bebidas es amplia con buena variedad de vinos tanto locales como foráneos, pero muy a destacar que son vinos escogidos fuera del clasicismo básico que suele imperar en estos locales. Tomamos Safrà 2021 (17€)y gustó este tinto local del Celler del Rourer que cada año está mejor. Por supuesto la dosis de agua sin gas.

La carta de comidas es variada y amplia tanto en elaboraciones italianas como en diferentes pizzas, las cuales son de buen tamaño.

Mientras hacíamos tiempo nos trajeron, además de unos cacahuetes fritos básicos, unos mini panecillos recien horneados que eran auténtico pecado de textura.

Compartimos como entrante unos involtini di bresaola con ricotta y cebollino: a modo de carpaccio de carne sobre el queso. Bien.

Luego los principales individuales para cada uno:

. polippeti con boniato: según refieren sobre una parmentier de boniato en lugar de patata (y supongo puré de col lombarda morada) un buen pulpo bien pasado por la plancha.

. risotto di stagione: una preparación de arroz con calabaza y crujiente de panceta. Ese punto de arroz algo pastoso que produce el parmesano y que no se parece nada al valenciano es difícil que guste aquí; la calabaza en exceso presente dejaba demasiado dulzor en el plato. No gustó.

. spaghetti neri alla chitarra con calamaretti y polipetti: buena pasta y punto de cocción, buena salsa y tropezones los justos. Cumple bien.

. pizza calzone doc: con salsa de tomate, mozarella, jamón serrano y ricotta, doblada con un relleno medio de queso ricotta (añoro aquellas pizzas de la Napoli en Puebla Farnals). Bien.

Para postre compartimos postres caseros que sus versiones no son exactas a las habituales:

. tarta de queso y arándanos: sobre vaso de cristal a modo de yogurt con frutos rojos. Original y bien de sabor.

. tiramisú: presentado en recipiente entre vaso y plato y referido como bueno.

El servicio atento y eficaz, necesario porque el local estaba con mucha asistencia.