No voy a hablar de una visita concreta (habré ido 3-4 veces), pero sí quiero comentar el restaurante.
A Llíria le faltaba un restaurante de calidad, tanto culinaria como de servicio (a mi gusto, La Taula no cumple los requisitos). No nos vamos a encontrar un refinamiento excesivo, pero el local es amplio y luminoso, agradable, y las mesas y sillas cómodas y funcionales. Buenas copas y vasos, y un servicio de vino eficiente.
La comida está dominada por los arroces: muy, muy buenos, sin ser los mejores que he probado en restaurante. El del senyoret está para repelar la paella, sin duda. Por cierto que están bien hechas, sin exceso de sal (mal común en arroces secos de marisco o pescado), grosor adecuado y cantidad más que generosa (al menos la de 2). No están muy alejadas (por no decir que están a la par) de las de Casa Salvador, y por supuesto, a años luz de las del infame Levante, la peor paella de mi vida (y eso que he comido paella en menús de trabajo de 4 euros!).
Entrantes dignos (calamar, ensaladas o croquetas) y segundos platos que tampoco desmerecen, ni los pescados (buen punto de cocción) ni las carnes. Postres en la misma líniea.
Y lo mejor, la RCP: desde 25 se come, y muy, muy bien.
Creo que últimamente por la noche hacen menú degustación, y en el marco de les Festes de Sant Miquel (finales de septiembre), un menú con productos tradicionales llirianos que puede ser muy interesante