Restaurante con una excelente cocina internacional y checa, recomendado por Guía Michelin 2007. Muy bien situado y con magníficas vistas al Castillo de Praga y al Puente de Carlos. Ambiente y decoración elegante. Empezamos con dos copas de sauvignon blanc (12€ p/p) y en la cena optamos por el menú degustación (65€ p/p), muy bien ejecutado, tanto por lo que respecta al contenido de cada plato como al equilibrio del mismo. Posibilidad de optar por el maridaje de vinos (42€ p/p), perfecto, muy recomendable. Destacables todos y cada uno de los vinos que acompañaron a cada plato. Cuberería y cristaleria acorde al restaurante. Buen servicio, muy atento, sin resultar empalagoso. La terraza es ideal para el verano, si bien hay que conseguir las mesas que quedan más cerca del río, si no se pierde la vista. Posibilidad de reservar la mesa por Internet. Un lugar recomendable.