Está situado en una perpendicular de los Campos Elíseos, de los cuales nos salimos buscando un bistrot algo más económico que los que veíamos por "la avenida más bonita de Europa", y efectivamente en 200 metros hay diferencia de precios. Es un bistrot como uno más de los miles que hay en París, con una cocina honesta y sencilla, sabrosa, basada en platos del día, algunas ensaladas, buenas carnes, sandwiches,...Comimos una muy rica ensalada parisina, dos solomillos de primera y hamburguesas de las de verdad, bien elaboradas (cheeseburger), todo acompañado por supuesto con grandes montañas de patatas fritas (ahora entenderéis mi hilo del Foro de Gastronomía sobre el régimen). Del servicio del vino no hablo ya que bebimos cerveza. Local cómodo, con un servicio muy amable y profesional, imagino que influyó que el camarero estaba casado con una española. Postres corrientes pero sabrosos igualmente (macedonia, flan,...). Pagamos 20€ por persona y salimos muy contentos a seguir pateando.