Nueva visita a este resturante, que tiene en los vinos su seña de identidad. Su cocina es básicamente de producto, con excelentes embutidos, quesos, foie, conservas de pescados, etc. y sin que falten raciones de guisos tradicionales. En esta ocasión pedimos varias raciones a compartir: anchoas con pimientos, alcachofas con jamón, huevos estrellados con jamón, carrilleras de ibérico y bacacalo a la riojana, todo ello satisfactorio, pero sin que nada nos hiciera tilín. De su carta de vinos pedimos un Viña Ane Selección 2006, servido en excelentes copas y a la temperatura adecuada. Echamos en falta que nos lo decantaran, pues poseía muchísimos posos. La carta de vinos es bastante amplia, pero poco profunda. Sus precios algo subidos en algunos vinos y en otros bastante más ajustados. Servicio amable.

No está mal este restaurante, que a nada que se empeñen podía mejorar de manera sustancial. Se trata de un bar donde sirven una amplia relación de vinos por copas, que cuenta con varias mesas para degustar una cocina de producto de buena calidad (ibéricos, quesos, carnes a la plancha) o ricos platos elaborados con antelación que solo necesitan calentar (carrilleras, rabo de vaca, bacalao a la riojana). La carta de vinos es amplia, pero no tanto como por los comentarios anteriores podría esperarse. Tomamos dos botellas de un magnífico Dido 2005, servidas a temperatura adecuada y en copas correctas. Lástima que no tuvieron el detalle de darnos a probar la segunda y de cambiarnos las copas con la nueva botella. El precio de los vinos es imbatible (Dido 18 €, Barón de Chirel 55 €, Alión 35 €...). Servicio amable y correcto.

No es tanto como se dice el primer comentario. En vinos no está mal, pero las raciones son pesadas a balanza al milimetro, el café y el resto, es caro. Empezo muy bien hace tiempo, hoy por hoy ha bajado un listón. Sería conveniente para hacerse buenos clientes, dar calidad y cantidad ajustada, sin ser mermada. Replico, todo lo pesan a bascula, y en algunas ocasiones creo que no sría conveniente hacerlo. La carta de vinos es aceptable.

Coqueto local de vinos en Vitoria, quizas sea el unico que le dedica especial atencion a la bodega, por supuesto muy bien acondicionada, donde el cliente desde el restaurante puede verla atraves de una cristaleria.
Posee una grandisima seleccion de vinos nacionales en su mayoria aunque tambien una buena seleccion de vinos de otros paises como Italia Francia, Chile Nueva Zelanda y Sudafrica, donde recomiendo degustar por cierto un Luditte cosecha 2004 espectacular. Otro dato a destacar el precio de los vinos, da gusto porque en ningun momento te sientes atracado como ocurre en otros locales. Buena calidad de productos, muchos de ellos alaveses, los platos son de buena confeción donde el embutido 1º calidad, productos del cerdo, carne roja buenisima, y otro de los platos a tener en cuenta es el cocido de alubia roja alavesa, espectacular.
El local esta diseñado por el propio dueño (Iñaki) en un estilo clasico y moderno con barra para beber vinos por copas (12 vinos)con dispensador y todos los detalles necesarios, una buena vajilla, abierto desde las 12 horas a 16 tarde y 19’00 a 24 horas
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