Ibamos a un restaurante especialista en arroces y nos encontramos con una paella requemada. Nos dejamos la mitad de la paella ya que estaba la parte de abajo incomible. Que pena que se me olvidara hacer una foto. Se lo dijimos al camarero y su respuesta fue que algunas paellas estan desgastadas y el arroz se quema. Pues si se desgastan que las cambien ya que nosotros pagamos por un arroz en condiciones. No suelo dar opiniones en internet, pero como me encuentro engañado pongo la opinión para que sepais lo que os podeis encontrar alli.
Si por lo menos nos hubieran cobrado la mitad de la paella o se hubieran disculpado, hubieran quedado como unos señores. NUNCA volveremos a este restaurante, ni lo recomendaremos.
Efectivamente poco o nada tiene que envidiar este Picanterra al "famoso" Salvador, es mas esta unica visita que he hecho a Picanterra me ha gustado mas su arroz que las varias que he probado en Salvador.
Y si a esto añadimos que es bastante mas economico, no hay mas que decir.Dispone de las mismas vistas pero con bastante menos aglomeracion de clientes, pues tendra unas 20 mesas.
El servicio es lento, la carta de comida tipica de la zona, buena variedad de arroces tanto secos como caldosos, pescados y alguna carne.
Nosotros pedimos de entrantes,
-Plato de croquetas de bacalao con all i oli.
-Puntilla rebozada.
-Pan tostado con tomate.
Los entrantes normales de sabor y cantidad.
Para el arroz nos decantamos por un caldoso de pulpo, gamba y almejas, un poco sentidito pero bastante bueno, servido al centro de la mesa en su sarten gruesa, aqui la cantidad si que fue bastante generosa.
Bebimos agua y cervezas, aunque le pude pegar un vistazo a la carta de vinos, con no muchas referencias pero si tocanto un poco varias D.O.
Me sorprendio que casi hubieran referencias en whiski que en los propios vinos.
Me extraña que este restaurante, justo al lado de Casa Salvador, no esté en la web, pero me alegro de estrenarlo. Para los que conozcan el imperio de Gascón, Picanterra es igual, pero en pequeño, lo que no quita para que sus arroces y pescados sean excelentes. Además tienes la misma vista al lago, la opción de la terraza y, sobre todo, los precios no son tan altos.
Había acudido de día a comer arroz, pero esta última visita fue de noche veraniega, aderezada con ciertas gotas de lluvia que casi empañan la cena, pero no. Y es que, como cuenta su web, Ramón el cocinero, ha introducido una mezcla de tradición e innovación con los productos de la zona, que se aprecia sobre todo en la presentación de los platos, como el esgallat con mojama o el revuelto de morcilla, ajos y cigalitas.
De vino otra probatura: Daniel Belda chardonnay (19€). Pasó el corte.