Local pequeño, cálido, cómodo y acogedor, con una cierta densidad de mesas

Local pequeño, cálido, cómodo y acogedor, con una cierta densidad de mesas, pero poco ruidoso y de ambiente agradable.

Cocina casera de temporada con una escueta carta completada con una serie de platos del día que ofrecen aparte. Recetas clásicas con toques personales y ciertas influencias moriscas y asiáticas. Buena materia prima, raciones suficientes y bien presentadas. Postres caseros bien resueltos y sabrosos. Buena cocina.

Destacable carta de vinos, también escueta, pero muy seleccionada con vinos nacionales de las más importantes DO y algunos extranjeros bien escogidos. Precios variables, pero sorprendentemente buenos en algunos extranjeros. Copas correctas de vino, no así las de agua. Servicio atento y amable, muy familiar, que hace sentirte bien. Buenos detalles. Destacable en este aspecto.

Situado en una zona copera de Madrid (Malasaña), este pequeño local destaca por su cocina bien apañada, por una buena oferta de vinos y sobre todo por la simpatía del matrimonio propietario que son buenos amantes del vino y la cocina. Correcta RCP (35 euros sin vino). Local recomendable.