Ayer me dí cuenta que con la "nueva" (ya no tanto) web, la nota de este restaurante se había quedado bastante por debajo de lo que yo intenté puntuar en su día. Han sido ya muchas visitas y tenemos que agradecer el cariño que Jose Manuel le tiene al vino (aunque, por ahora, sigue con una carta un poco corta a mi parecer), además de lo que intenta cuidar las materias primas. Tomamos de entrantes una cecina realmente sorprendente, revuelto de oricios y oreja a la plancha. Francamente muy bien. De plato principal una carne roja asturiana de primera, aunque algunos dudamos con los pescados que nos ofreció, que suelen ser de primera. Cerramos con sorbete de manzana verde. Para beber un Macharnudo Alto (La bota de fino), un Beryna y para cerrar un Liberalia 5 2002. Como siempre un placer.

Hacía falta algo así por la zona. Restaurante de "menú del día" que tiene otra sala para comer a la carta. Buenas materias primas y correcta elaboración. La carta es un poco corta, tanto en comida como en vinos, pero se nota que intentan "trabajarla" y no ir a lo clásico (por lo que subo un poco la puntuación). Tomamos unos entrates a compartir: plato de ibéricos, revuelto de morcilla, anchoas de la casa y tabla de quesos. Yo tomé lubina salvaje (francamente buena) y otros entrecot (que también gustó). Bebimos blancos esta vez: Finca la colina 100x100 verdejo y Castillo de Monjardin Chardonnay FB. Salimos a unos 50 euros. Lo mejor por esta zona sur (Hospital Doce de Octubre).