LA DISTINCION HECHA OFICIO Y ARTE

Callejeando por las calles del casco antiguo de Jerez nos topamos con un restaurante digno de mencionar y de disfrutar. Simplemente con un vistazo a su nombre, Sabores, nos prepara cuerpo y mente para un viaje a través del mundo culinario, único y variopinto del marco gastronómico de Jerez. Su situación y decoración es de lo más acogedora aun siendo un lugar pequeño donde solo 6 o 7 mesas ocupan la totalidad del establecimiento sin olvidarnos por supuesto del fantástico jardín del hotel que sustituye al local de costumbre durante la temporada veraniega...eso ya son palabras mayores. El ambiente de estilo andaluz y retoques vanguardistas armoniza con la decoración y los contrastes de luz lo cual crea una simbiosis de relajación y glamour. Su servicio solo tiene un adjetivo: extraordinario. Miguel y Esther hace que te olvides por completo de que estás en un restaurante durante algo menos de 2 horas y su amabilidad, simpatía y profesionalidad sobrepasan las barreras de lo establecido en hostelería. Echando un vistazo a su carta de vinos ya se denota la categoría del lugar: caldos tan selectos como Davide, Bohorquez, Mitarte, Montebaco y generosos como Valdivia muestran la quintaesencia enológica de Sabores haciendo la elección en ciertas ocasiones bastante dificil.
Su cocina es del más alto parangón. El jefe de Cocina Juande aporta esa mezcla de modernidad y tradición por la típica cocina gaditana y andaluza rozando el sumun de lo perfecto, algo realmente dificil de encontrar. Desde su salmorejo, pasando por la rulada de foie y el carpaccio de ciervo, su queso payoyo con mermelada de petalos de violeta, sus pescados, carnes aportan eso que realmente dice en si el restaurante...Sabores, una amalgama de sensaciones tan difíciles de explicar y a veces de almacenar en lo más rico de nuestra memoria...dan ganas de decir ¡Por favor, que no acabe nunca! Para rematar sus postres y su copa final ponen guinda y colofón a un lugar tan excelente donde lo único que se piensa al salir es cuando volver de nuevo. Simplemente un 10...no se puede pedir más