Puro verano

Ayer estuve en este complejo dependiente de Port Aventura, piscinas, playa y remojo a tope. Tenía ganas de probar el restaurante y en cuanto llegué me fui a hacer la reserva. La verdad es que en primera instancia pensé me había equivocado, dado que el local propiamente dicho está cerrado a mediodía y el comedor es todo al aire libre, por lo que pensé "vaya, comida de chiringuito". Afortunadamente mis temores eran infundados y además la vista es fenomenal sobre la playa Llarga de Salou.
El lugar estaba de bote en bote, lógico 9 de agosto,..., por lo que me apuntaron en el último turno a las 16 horas. Le pregunté al maitre si había alguna alternativa y me indicó había otros 2 puntos de restauración el complejo. Quedé con él en que si decidía comer en alguno de ellos se lo comunicaría.
Entre chapuzón y chapuzón me fui a ver en qué consistían y estos sí eran verdaderos chiringuitos de playa por lo que pasé un poco de hambre hasta las 16 horas y allí que me fui.
Nos atendieron y colocaron bastante rápido, hay para elegir 3 menús: uno de 20€ con varios entrantes, segundos (alguno con sobreprecio) y postres a elegir a 20€; otro llamado la arrocería con 3 entrantes, unos cuantos arroces y postres a elegir a 25€ y por fin uno gastronómico en el que no reparé mucho a 50€.
Dos comensales tomaron la primera opción: ensalada de espinacas, queso de cabra con vinagreta de miel y pipas y milhojas de verduras con salsa aurora (parecida a las rosa) de primeros. De 2os bacalao en tempura de arroz con salsa de piquillos y entrecot a la brasa.
Mi mujer y yo nos decantamos por el de arroz, en el que de entrantes te traen una correcta ensalada, unos mejillones de roca y calamares a la andaluza.
De plato fuerte elegimos un arroz negro con sepia que estaba estupendo, de los mejores que he probado. Otras opciones eran la fiedeuá, la paella, el arroz con bogavante (con plus),...
Postres bastante correctos en forma de pastelitos sobre todo.
La carta de vinos es monográfica de Bodegas Torres ¡hasta las copas son de Torres!, muy corta pero con buenos vinos claro a precios comedidos. servicio correcto.
De lo comentando un aprobado alto en casi todo y algún notable como el arroz negro, un suspenso para los calamares y un 0 para el entrecó, lástima porque la pieza llegó con un sabor a plancha muy desagradable.
Pan normalillo.
Capítulo aparte el servicio, de sobresaliente, un grupo de profesionales de los pies a la cabeza que van a cien por hora. La que nos tocó a nosotros manteniendo la sonrisa además.
En fin, además de pasar un buen día al sol comimos bien, me apetece ir algún día por la anoche o durante el invierno al restaurante, ya que se nota que el equipo de cocina tiene criterio.