La verdad es que vale la pena hacer 15 km. desde peñafiel para probar su lechazo. Corteza crujiente, carne tierna y exquisita, sublime, caldito para mojar con un excelente pan de pueblo que te deja extasiado. ¿Y el vino? Pues flojo, copitas bastante pequeñas. Con el sensacional producto que tienen ganarían muchísimo dignificando los grandes vinos de la tierra con buenas copas y una carta más amplia.
El lechazo en estado puro, de oveja churra y en su punto justo. Necesario reservar y pactar la hora de llegada. Lo del vino es otra historia, ese prodigio gastronómico merecería una carta de vinos más adecuada y una buena cristalería ... pero cómo está el lechazo!!!
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.