Hace más de 50 años que voy a Llançà y tengo vivienda desde finales de los 90. Conozco Can Narra por multitud de visitas en este tiempo. Llevaba un par de años sin ir y salí decepcionado.
Reserva en domingo de Pascua, con 2 turnos al mediodía. Mesas relativamente separadas, servicio de sala con experiencia pero escasa profesionalidad. Al ser el primer turno sensación de rapidez por parte del camarero, imagino para garantizar puntualidad al segundo turno.
En esta ocasión compartimos unos calamares romana, con un excesivo rebozado pero con un corte de calamar generoso y una pobre ensalada de tomates y anchoas.
De segundo, un suquet con patatas, rape y merluza en cantidades correctas pero como bien describe Antoni_Alicante en su comentario sorprende el escaso sabor del suquet y de las patatas, aunque sobre gustos.... Prefiero una cocina más potente en sabores y este suquet me decepcionó.
De postres, una crema catalana correcta.
Llançà dispone de una amplia oferta gastronómica, estrellada y con soles en algunos casos i Can Narra significa un restaurante bien situado, con una larga existencia, cocina clásica, siempre lleno,... pero en esta ocasión esperaba más.
A punto de cumplir el próximo año el 75 aniversario de su apertura, el restaurante sigue fiel a sus principios y su oferta está basada en los pescados de la propia lonja de Llançà.
Nos ubicaron en la zona de la terraza cubierta con las mesas bien separadas y desde donde se tienen unas espléndidas vistas del puerto deportivo. El restaurante se llenó en su totalidad y no es poca la cantidad de mesas de las que dispone.
Al pedir información sobre los pescados de la carta nos dijeron que todos los que constaban en la misma eran pescados capturados en la zona a excepción de los lenguados cuya procedencia era de Francia el país vecino, tras esta observación pedimos un único entrante
- Sepionas salteadas, excelentes de textura y de cocción
Y seguimos con
- Gallo de San Pedro a la donostiarra que nos fue presentado antes de entrar en el horno, también con un excelente punto de cocción acompañado de unas patatas fritas caseras, que ricas son estas patatas hechas en casa hasbria que prescindir las congeladas y reivindicar las caseras, las que todas las mañanas monda el pinche de cocina
Postres
- Tiramisú casero, muy rico
- Café irlandés de diez, muy bien elaborado, se agradece tanto en cuanto el precio en carta oscila entre los 7 y 9 euros según el restaurante y el resultado final de producto deberia estar a la altura del precio.
Para beber una botella de vino blanco de la D.O. Terra Alta, Aessir Expresión elaborado con la variedad garnacha blanca de cepas de más de 50 años por Bodegas Aessir en la Población de Gandesa, el servicio consistió en descorche, cata y primer servicio.
Servicio veterano y profesional .
Que por muchos años continúe gozando de buena salut
Sepionets
Presentación del pescado
Gallo de San Pedro
Patatas fritas
Tiramisú y café irlandés
Garnacha blanca Aessir Expresion
Se ha desatado la tormenta en la Csota Brava. Estaba anunciado y por eso hemos cambiado el baño matinal en las calas por la visita a Figueres y su museo de Dalí. Bajamos hasta Llançà para comer y, asesorados por Jerónimo, reservamos mesa en can Narra. Nos sorprende que no hay terraza pero, con le día lluvioso, la decepción es menor. El local acaba llenándose completamente, mayoritariamente por lo que intuyo gente del lugar o turistas catalanes y españoles.
Hemos pedidos los recomendados calarames a la ronama (ración abundante con calamares caseros de gran tamaño y excelente rebozado) y suquet de peix para dos. El guiso está hecho con patatas, merluza, rape y otro pescado más autóctono cuyo nombre no recuerdo (piel parecida a otras especies de roca: dentol, mero...). Se sacan dos grandes lomos de cada uno de ellos (uno por pax) que mantienen su entereza y con un buen punto de coción. A diferecia del suquet valenciano u otras calderetas, sorprende la ausencia de pimentón rojo, del sofrito de tomate, de mariscos que acompañan... Es un suquet muy básico pero, a la vez, muy rico. El jugo que queda, con textura algo "gelatinizada" por la grasita que desprenden los pescados, está de auténtico vicio. Plato casero redondo.
Hemos tomados las consabidas cañas al principio y una botella de Gramona Imperial. Para acabar: dos cafés con hielo. La carta de vino es extensa y destacable pues locales del mismo estilo seguro que no cuidan tanto el número de referencias.
Visita a este restaurante guiada por las buenas críticas...y acertamos...
Tomamos:
- Calamares a la romana (soberbios, de los mejores que he probado): en el plato había unos 10 calamares enormes. (14,50 euros)
- Salmonetes (muy buenos): eran dos hermosos salmonetes muy frescos con unas patatas cocidas con aceite y un poquito de perejil. (18,20 euros)
- Pan (1 euro)
- 2 Copas de vino Perelada Blanc de Blancs: las copas no son muy adecuadas y el vino debía de estar más frío. (2 euros por copa)
Todos los precios sin IVA.
Nos quedamos con ganas de probar el suquet, pero eso será en una próxima visita..que iba a ser el domingo por la noche, pero que no pudo ser, ya que está cerrado los domingos por la noche y los lunes no festivos (aviso a navegantes).
Lugar muy recomendable, al que hay que entrar si se va por Llança.
Pues yo cuando paso por Llançà siempre me paro en el mismo sitio. Ni el local es especialmente bonito ni seguramente si fuera turista entraria allí, pero ya mis padres me llevaban allí y yo ahora llevo a mi hijo.
Unos calamares a la romana (de verdad), no como los que sirven en gran mayoria de restaurantes y unos mejillones al vapor, y de segundo suelo tirar por el pescado fresco que tengan, sea rape o sea besugo, me gustan todos y siempre han sido de calidad, nunca me han engañado.
Los postres son tradicionales, sin más, pero la cercanía en el trato y la factura final (con un vinito blanco o un cava) no pago más de 40 euros por persona hacen que siga volviendo año tras año.
Un lugar que no engaña.
Siset, estoy totalmente de acuerdo contigo, vivo en Girona y cuando quiero comer un buen “suquet”, no me importa hacer 70 Km. Hay otros restaurantes en LLança, y me comentan que se come muy bien, pero yo la verdad es que no me la juego y al final siempre termino en Can Narra.
Hace muchísimos años que lo visito, y la calidad siempre es la misma. Sobre todo recomiendo las patatas del “suquet”.
En mi última visita, unos calamares a la romana 14,50 €, muy buenos, Como no un “suquet”, 25,50 €, una botella de cava brut, 12 € y un café 1,50 € total con IVA 57,25 € (21-02-2009)
En este restaurante situado enfrente del puerto deportivo de Llança, podreis probar, ademas de cocina marinera típica catalana con materia prima directa de la lonja del mismo puerto, uno de los mejores "suquets" de vuestra vida.
El entorno no esta al mismo nivel que sus comidas pero vale la pena probarlo.
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