Sensación agridulce

La que me quedó después de cenar allí. Hacía mucho tiempo que me apetecía probar este restaurante, y tenía la referencia de una pasada estancia en el Hotel del que me llevé una impresión estupenda.
El local es muy bonito, con cuidada decoración aragonesa. El primer pero es que las celebraciones son frecuentes en los salones del hotel los fines de semana, con lo que el ruido al lado del comedor no es desdeñable. Así ocurrió el sábado noche en que estuve.
El menaje es muy bueno en todos los aspectos.
De entrada nos presentaron unas croquetas de queso.
Compartimos los entrantes: un correcto micuit con unas tostadas de pan de frutos secos y un plato llamado empanada agnolotti rellena de bolognesa con salsa de queso gorgonzola.
Los segundos fueron individuales: lomo extra de bacalao con cous-cous de brécol sobre lágrima de calabaza, pulpo a la brasa de piedra patata violeta y remolacha y ternasco de Aragón que viene deshuesado y con hummus (no creo esta guarnición sea la que más le va al cordero).
Estos platos me gustaron todos más que los entrantes.
Hicimos de postre una tabla de quesos artesanos de Aragón, bien de cantidad pero justa de variedad, bizcocho templado con corazón cremoso de chocolate y el verdadero pastel ruso de Alfaro. Los 2 postres dulces golosos y bien presentados.
Mi gran decepción vino con la carta de vinos: no existe a día de hoy. En la carta de platos aparece una lista de "vinos recomendaos del mes" (5 a 14€ y 5 a 19€) y otros 6 calificados como "últimas oportunidades". Y todo ello cuando el comedor linda con una estupenda bodega llena de buenos caldos. Cuando le expresé mi extrañeza al maitre me explicó que tenían una nueva carta de vinos en elaboración.
No me lo acabo de explicar porque la carta que ofrecen es de mayo e imagino estará editada tiempo antes.
En todo caso para un aficionado al vino es una faena no poder acceder al contenido de la bodega teniéndola tan cerca. Me parece un fallo gordo.
El servicio del vino elegido fue correcto.
La atención es profesional, se echa en falta un poco más de cercanía y atención a los pequeños detalles (el foie-gras viene con muy poco pan y si es para compartir entre 4,...) que daba por descontada en un restaurante de su fama.
Creo debe ser mejor ir entre semana para evitar el tema celebraciones.
Me pasó lo que hemos coemntado tantas veces sobre el peligro de hacerse unas expectativas demasiado altas.

  • Bizcocho templado

    Bizcocho templado

  • Queso artesano

    Queso artesano

  • Pulpo brasa

    Pulpo brasa

  • Lomo de bacalo extra

    Lomo de bacalo extra

  • Empanada agnolotti

    Empanada agnolotti

  • Foie-gras micuit de pato

    Foie-gras micuit de pato

Recomendado por 3 usuarios
  1. #1

    Abreunvinito

    Un restaurante en un sitio así sin carta de vinos??
    Es para hacerselo mirar
    Saludos

  2. #2

    Nacho_G.F.

    en respuesta a Abreunvinito
    Ver mensaje de Abreunvinito

    Ahí tienen algún problema seguro, no sé cuál pero me pareció extrañísimo.
    Saludos.

  3. #3

    Fer B.

    Una lástima esas sensaciones que percibiste. Estuvimos hace poco más de un año y la sensación de solidez tanto en cocina como en bodega y sala era manifiesta.

    Un saludo!

  4. #4

    Unpaciente

    Posiblemente sea el Restaurante más bonito de la ciudad, pero estoy de acuerdo en que al conjunto del mismo le falta alma, esa cercanía en el servicio que quizás nunca la consigan tener.

  5. #5

    Nacho_G.F.

    en respuesta a Unpaciente
    Ver mensaje de Unpaciente

    Pues esa es la diferencia entre volver o no, entre destacar o languidecer.

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