Una buena cocina

Antes de dirigirnos a nuestro destino final en El Ripollès (Comarca pirenaica de Girona), decidimos desviarnos de nuestra ruta para pasar el día en Castelló d'Empuries con la finalidad ir a cenar al restaurante Emporium, que ostenta desde el pasado mes de noviembre una estrella michelín y un sol repsol.

Este restaurante, situado en el hotel familiar del mismo nombre fundado en 1965, está dirigido por la familia Jordà-Giró. Al frente de los fogones y también de la sala ( se turnan en permanencia), están los jovenes hermanos gemelos Joan y Marius Jordà Giró, que también desempeñan el papel de sumilleres. El director de sala es Salvador Jordà Vidal, padre de los gemelos, que el día de nuestra visita, no estuvo en la sala porque ese día ofició de cocinero...a ver si me explico, aunque cada uno tiene su función estos se reparten perfectamente el trabajo que programan juntos y que desempeñan en función del papel asignado temporalmente. Trabajan todos en todo y por lo que parece lo hacen bien. Inusual sistema, pero aparentemente efectivo.
Fuimos a cenar un jueves por la noche a las 21horas y estuvimos solos, nos situaron en una buena mesa en el fondo de una gran sala. El restaurante es de corte clásico, recuerda los buenos restaurantes de antaño, mobiliario antiguo y algún pequeño guiño de modernidad. Las mesas son amplias, están bien vestidas y bien separadas las unas de las otras, buena mantelería, cubertería y copas Riedel. El servicio de sala es bueno, amable y profesional. El servicio del vino también, cuentan con una excelente carta de vinos con 4 volúmenes de referencias.

Proponen tres menús y la carta. Como teníamos por delante un fin de semana muy prometedor gastronómicamente hablando, decidimos optar por el menú mas corto de sus propuestas el "menú santa clara" .

Primeramente nos ofrecieron una degustación de cuatro buenos aceites del Empordà y de dos sales, de Ibiza y de otro lugar que no recuerdo.

Como aperitivo, nos sirvieron Mejillones en escabeche, aceitunas aliñadas y cortezas que acompañamos con unos buenos Vermouths Yzaguirre reserva rojo

El menú incluye un entrante, un plato de consistencia y un postre, con dos opciones cada uno.

De primero tomamos :

Alcachofas confitadas y aliñadas con bacalao, granada y verduras Buenos productos. MC lo encontró muy bueno y refrescante aunque lo hubiese preferido sin pepino que no aportaba nada al plato.

Huevos de gallina pochados con parmentier, setas, sobrasada y pan tostado Excelente plato, para mojar mucho pan, para mi uno de los mejores de la noche.

De segundos :

Merluza de anzuelo con sopa de patata, lentejas y puerros Perfecta cocción del pescado.

Pato asado a las especias con fruta fresca y seca, acelgas y boniato Buen producto, cocinado en su punto con un acompañamiento que no estoy acostumbrado a tomar con el ánade ... me gustó pero le faltaba alegría.

De postres :

Crema catalana con frutos rojos y canela Original presentación de la crema catalana. MC la encontró deliciosa.

Cuajada batida, con crema de limón, frambuesa y pimienta Riquísima

Para beber tomamos una botella de agua de 1 l Les Creus y una buena botella de vino ecológico blanco crianza que me aconsejó uno de los dos hermanos Baseia 2014 D.O. Empordà Vins de Taller, Siurana d'Empordà. Cepajes 75% Viogner y 25% Roussanne. Acaba su fermentación en barricas bordelesas de roble francés durante 4 meses reposando sobre sus propias lías. Lo encontré fresco y elegante. Nos gustó.

Finalizamos con dos buenos cafés y unos petits fours de chocolate.

La cuenta ascendió a 54,81 €/persona. Buena RCP.
Tuvimos la ocasión de intercambiar impresiones gastronómicas, muy interesantes, con los simpáticos hermanos Jordà Giró a lo largo de la cena y en la sobremesa y también felicitar al cocinero del dia y saludar a la madre y responsable del bar del hotel. Entre otras cosas, les pregunté si el restaurante funcionaba bien durante el invierno y nos comentaron que principalmente por la noche el restaurante se llenaba únicamente los viernes y los sábados.
En su cocina utilizan productos de temporada, de proximidad y de calidad, yo la catalogaría como una cocina tradicional del Empordà con algunos pequeños toques de modernidad. Su cocina me gustó aunque no me sorprendió.
Cuando tengamos la ocasión volveremos ya sea para tomar un menú degustación mas largo o comer a la carta y así poder ver la evolución de la cocina. Recomendable si se está por la zona.