Buena materia prima

Restaurante de corte clásico que se ubica en una bonita masía, con aparcamiento propio. Al entrar uno se da cuanta de que no es lugar para las sorpresas ni los sobresaltos, sobriedad en la decoración quizá algo triste para mi gusto aunque el entorno en general es bueno. Nos situaron en una mesa amplia, advirtiendonos de elegir esa para estar más cómodos ya que pronto llegaría una mesa algo más grande cerca de la que pensamos ponernos en principio. Mantelería, cristalería y vajilla correctos. Para empezar y mientras leiamos la carta pedimos el formato pequeño de la inedit de estrella damm para compartir. Pedimos para beber una botella de agua y un vino del priorat empit castellet (23,90€ en carta) correcto. Como entrantes probamos las croquetas caseras (buenas), verduras a la brasa (buenas), y como segundos un filet amb foie (excelente) y un Rap amb rossinyol (excelente). De postre un helado para compartir, un café y un cortado, ambos con hielo. El servicio correcto sin alardes, algo distante.

En total 103,25€, la sensación al salir es buena, la cocina muy buena con las elaboraciones en su punto y el vino recomendado acorde a lo comido. Merece la pena ir si se sabe que lo que se va uno a encontrar es buena materia prima con una elaboración adecuada sin más artificios.

Adjunto como imagen el reverso de la tarjeta en la que se indica como llegar.