Local con ambiente juvenil

Local sito no muy lejos del centro de Alicante; decoración sobria que recuerda a vieja tabernas de antaño. No muy espacioso; mesas y sillas incómodas; ruidoso. En horas punta, hasta los topes, porque ciertamente, es en la comida dónde donde esta taberna mejora ostensiblemente. Buena calidad de la materia prima; entrantes, platos diversos y postres elaborados con destreza y cierta originalidad, aunque a veces algunos productos se repiten en tostas, ensaladas y raciones...
A destacar las ensaladas y los entrantes fríos. Siempre te sorprenden.
Las raciones calientes son estimables. Lo más flojo de la carta: las tostas: podrían mejorar su presentación y calidad del pan de base.
Se sirven vinos diversos por copas (o botella), lo cual está muy bien en Alicante, donde no te encuentras locales con este tipo de oferta.
Servicio básico, de taberna de toda la vida.
Muy agradable para disfrutar de un tapeo con los amigos, si el ruido no te importa mucho y si no apareces por allí un viernes o sábado a horas punta.