Hace tiempo frecuento este local, y no veo valoraciones desde hace mucho tiempo.

Esta semana hemos vuelto, os cuento mi experiencia:

El pulpo es para mi el mejor de Valencia.es caro, pero las raciones no se pueden comparar a lo que se toma en esta ciudad. Simplemente genial.

Los berberechos al vapor, en cazuela de barro gigante también son un clásico. Cantidad y calidad a raudales.

Luego pedimos mejillones gallegos. Esto mas normal. Prefiero nuestros pequeños valencianos por el sabor.

De segundo esta vez fuimos a por el pescado. Una lubina del cantábrico de mas de 50cms de longitud que estaba de maravilla.

De mis pasadas visitas, la carne gallega esta muy bien, pero la como mejor en otros locales. El pescado, para mi, destaca.

El vino es lo que esta acorde con lo demás.... Referencias pocas, demasiado clásicas, y tremendamente subidas de precio. Es una pena que la renueven. La conozco igual desde hace mucho tiempo. Y los precios duelen. Su servicio normalito, y las copas no están a la altura.

En general, un local al que volveré.

Cierto es que no era buena noche para valorar la estancia, pues habian cenas de empresa, pero imagino que cualquier otro dia con el local igualmente lleno no deberia diferir mucho, aunque la distribucion de mesas sea diferente.
El caso es que no entrare a valorar el bullicio que se formo (eso no seria justo), pero si la mala ventilacion del local, garantizo que sali con los ojos como tomates por culpa de la gran cantidad de tabaco que se fumo alli.
En cuanto a la comida, tambien fue una gran decepcion, pedimos lo siguiente, eramos 4 :

-Pulpo 28.45 € (reconozco que no soy muy aficionado a este tipo de octopodo, pero segun dicen aqui lo hacen bueno, y la verdad es que lo estaba)
-Almejas al ribeiro 36.70 € (no estaban malas pero tampoco se pasaban)
-Lubina del cantabrico 40.05 € (suabe de sabor y sencilla en la elaboracion)
-Chuleton 43.85 € (nos lo vendieron como la mejor carne del mundo....la presentacion era muy vistosa con un espectacular chuleton, pero nada mas lejos de la realidad, estaba seca y poco sabrosa, quiza debido a su tamaño no puedan encontrar el punto idoneo para asarla, pero la carne no daba señales de grandeza como nos la presentaron)

El postre fue una pedazo de tarta de Santiago y otro de cafe.Tambien tomamos cafes y nos invitaron a chupitos de guinda.

En cuanto a la carta de vinos esta claro que no es para nada un lugar donde poder disfrutar de este elixir, la carta es de lo mas clasico que he visto y con unos precios totalmente desajustados para el vino que se ofrece y desde luego el servicio, pues nos paso que encontramos entre clsicos un Martin Sarmiento y asi fue, literalmente, por que solo les quedaba uno, y para mas inri nos salio con corcho, algo en lo que el camarero no estaba de acuerdo...me dijo que la mencia es asi de recia.......yo no tuve palabras para responder.

Asi que yo bebi durante toda la cena agua, pues lo tengo como norma cuando veo una carta abusiva en precios, y los compañeros ribeiro turbio.

Mi primera visita, y mi valoracion es psé. El pulpo a la gallega bueno pero casi lo hago yo igual en casa, no es un plato de una gran dificultad. Lo demas tirando a vulgar: bacalao a la plancha, postres y guarniciones. La piña de postre era francamente mala y la tarta de queso de las que no se terminan. Consumimos 1 agua (1.85) + 1 Ribeiro turbio (7.95) + 1 pulpo intermedio (21.35) + 1 bacalao plancha (17.60) + 2 postres ( 7.25) + 3 cafes (3.60) = 59.60 + IVA = 63.77 EUR

En los últimos 3 meses he visitado por distintos compromisos 5 veces este local. La definición correcta del mismo sería Irregular. Excepto el pulpo que siempre es excelente.
Al no ofrecer carta ya que los productos son del día, el dueño "canta" las opciones. Curioso que en 3 meses siempre ofreciera lo mismo.
Entrantes:Pulpo, almejas al ribeiro, navajas y clochinas (curioso esto último por tratarse de un restaurante gallego). Segundos; carne y pescado del día (lubina del cantabrico, merluza).
En las distintas visitas siempre pedimos pulpo y siempre perfecto.
Las almejas al ribeiro, irregulares (empieza la primera irrularidad) pasamos de excelentes a mediocres eso si, el precio siempre el mismo (36.70 euros).
Las navajas, demasiado hechas.
La merluza mediocre.
La lubina, dudo que fuera del Cantábrico.
La carne lo más irregular y no aciertan con el punto.
Sobre el vino, el Ribeiro de la casa, bien fresquito y poco más.
La carta de vino corta y sobredimensionada en precio.

En resumen un local para visitar una vez al año y tener suerte con la materia prima del día.

P.D.Siempre pedir pulpo.

Como el título fueron las palabras de mi acompañante en esta nueva visita a éste local donde se come realmente muy bien, con platos excesivamente bondadosos, postres caseros, un pulpo de lo mejor que he probado, y un pescado fresco y carnes espectacularmente sabrosas y tiernas.
Como no podia ser de otra manera, de entrada el Pulpo...como no. Lo que no consigo entender en las muchas veces que he visitado este local, es que "siempre" le dan ese punto exacto de textura al producto. Como valenciano solemos hacer todos los domingos el plato de nuestra tierra..."la paella", y no siempre sale igual, pero en éste local el plato estrella siempre sale al mismo nivel.
Seguimos con unos berberechos al vapor y unas almejas al riveiro; muy buenos ambos.
Terminamos con un rodavallo y un lenguado. Los dos platos sobradamente cumplidos y bien elaborados.
Los postres ni los miramos. Directamente a los cafés y al orujito de hierbas obsequio de la casa.
Por desgracia para los comensales aunque bien para Maria y Juan con el local lleno es la tardanza del servicio.

La comida de Os galegos no tiene nombre, el pulpo no tiene palabras para describirlo, no he probado igual ni en La Coruña, el chuletón de Avila una pasada, pedimos unas almejas al riveiro que quitan el sentido y la dorada del cantábrico es espectacular así como la tarta de Santiago regada con orujo buenísima. No te duele lo que pagas (porque barato no es) porque todo está muy bueno y las raciones son muy generosas, el vino turbio esta de vicio. ¡Ole!
"No dispongo de fotos no he podido entrar en su pagina "

Cena con compañeros de empresa.

maravilloso el pulpo a la gallega. Lo que más recuerdas cuando abandonas el local.
Clochinas valencianas
navajas de tamaño considerable.

todas las raciones verdaderamente hermosas.

dos compañeros compartieron lubina del cantábrico. 1.2kg. excelente.

los demás nos decantamos por el chuletón de vaca gallega. Nos sorprendió negativamente. Bien hecha, pero fallaba la materia prima. La carne estaba demasiado dura.

Bebimos matarromera crianza. demasiado elevado de precio en comparación con bodega. La carta es demasiado clasica, pocas referencias, demasiado vistas y precios altos.

un lugar en donde la materia prima en pescado es encantadoramente alta. Da gusto.

No está nada mal.

Hace años que frecuentaba este local con clientes y amigos.

Siempre me dejaba aconsejar por Juan, que es un maestro de la buena mesa. Y al decir buena mesa (no hay más que verle), me refiero al buen comer: calidad y cantidad.

Inmejorable el pulpo. De matrícula, sin lugar a dudas.

Las carnes soberbias, las trae a diario de su tierra.

Los mariscos cuando los encuentra de gran calidad y que no atenten al corazón de los comensales.

En fin, un sitio de culto.

Igual mis recomendaciones no hablan de servicio de mesa (que aquí es más que aceptable), de carta de vinos (que puede resultar corta pero uno encuentra siempre algo que le agrada), yo hablo de CALIDAD y de eso, creedme, sé un rato.

Felicidades Juan.

Mal aparcamiento, pero de eso no tiene la culpa él.

He ido ya unas cuantas veces, y siempre mantiene la misma tónica.
Tomamos el pulpo, que está increíble, la verdad es que nunca lo he probado tan bueno, estoy de acuerdo con el último comentario. Seguimos con unas navajas y unos berberechos al vapor. Muy buenos y de gran calidad, servido todo en grandes bandejas de barro (éramos seis y, aunque no sobró porque somos de buen comer, eran enormes).
Luego pedimos cada dos (los platos son grandes) un solomillo de ternera, hecho al punto (el acompañamiento muy típico, patatas y pimiento).
Lo que destaca del sitio es la materia prima, que es muy buena, no molestándose enel diseño ni en la decoración y alta elaboración de los platos.
Vino pedimos turbio de la casa, servido en las pequeñas tazas blancas típicas. Desconozco el resto de la carta de vinos, porque me invitaban y no pedí yo.
Fallo al servir el vino dulce, que ya llegó pasado el postre, algo muy usual en casi todos los sitios. Aunque no sé el precio, sé que no es barato, pero se ajusta a la calidad.

El bueno de Juan (siempre corriendo) y su mujer en la cocina, nos ofrecen el mejor pulpo con cachelos que puedes comer en muchíiiiiiiiiisimos kilometros a la redonda. No digo que sea el mejor de España pero realmente te sorprendera y estoy plenamente convencido que si te gusta éste producto repetiras seguro. En cuanto a carnes el chuletón igualmente gallego resulta muy tierno y sabroso, pero no termina aqui la carta ni mucho menos; los pescados como la lubina del cantabrico, el rodavallo, la dorada, lenguado ó merluza resultan platos sobradamente cumplidos, bien preparados y deliciosos. Los postres caseros, especialmente sus tartas resultan extraordinarias, aunque muchas veces ya no se puede llegar por los bondadosos platos anteriores. De entrada el ribeiro resulta idóneo para el pulpo, aunque tambien disponen de albariño y otros caldos blancos, para posteriormente é indicado para las carnes dispone de buena selección de tintos aunque no sea una carta muy extensa.
Local comodo, agradable y con una decoración acorde al nombre del restaurante.
El servicio resulta agradable aunque para mi gusto algo corto. Recomendado.