Ocho años después, y a pesar de Michelin, no nos convenció

El pasado sábado 10 de diciembre decidimos ir a cenar al restaurante L'Escale, en Palavas- les- Flots , pueblo turístico y zona de playa situada a siete Km de Montpellier.

Escogimos este restaurante por dos razones, porque habíamos guardado un buen recuerdo de nuestra primera visita y porque la primera crónica que colgué en Verema hace ocho años fue la suya. Al entrar en el restaurante, situado en primera línea de playa, nos pareció que el tiempo no había transcurrido desde nuestra última visita, su decoración interior no ha evolucionado y ha quedado un poco desfasada. Las mesas son pequeñas, con corremesas de plástico gris, cubertería y vajilla contemporánea y copas CS (Chef & Sommelier).

Al frente de los fogones está el chef Christophe Chiaradia. El servicio de sala lo llevan el dueño del restaurante, Martial Rizzotti, que hace a las veces de sumiller y una camarera. El servicio de sala es correcto y el servicio del vino es bueno, descorche, cata y servicio permanente. La carta de vinos, principalmente de vinos regionales es importante. El restaurante está recomendado por la guía Michelin, a la diferencia de nuestra primera visita en la que solo aparecía en ella.

Mientras decidíamos que íbamos a tomar nos ofrecieron unos buenos canapés, dos para cada uno y unas deliciosas olivas "picholines".

Cenamos a la carta, Comenzamos con un aperitivo, ofrecido por el restaurante Crème de potimarron avec ecrevisses et chataignes Crema de calabaza potimarron con cangrejos de rio y castañas. Muy bueno.

De primeros tomamos, Carpaccio de noix de Saint Jacques et foie gras, vinaigrette à la pistache Carpaccio de vieiras y foie gras, vinagreta al pistacho. MC lo encontró bueno, aunque el sabor del foie gras y la vinagreta al pistacho ocultaban el de la vieira, que por si sola ya no era muy sápida.

Gourmandise de chairs de crabe aux œufs mimosas et wakamé, espuma marin Golosina de carne de cangrejo con huevos mimosa y espuma marina. Buen plato, buen maridaje de la carne del cangrejo con el alga wakame.

De segundos, Dos de loup sauvage grillé, écrasé de pommes de terre aux olives noires et citrons confits, salade de roquette Lomo de lubina salvaje asada, patatas chafadas con olivas negras y limón confitado, ensalada rúcula. Un pescado incomible, super asado, demasiado hecho, destrozó todo el plato. MC lo dejó casi entero. Cuando el dueño vino a retirar el plato puso en duda lo que decía MC y se permitió, antes de retirar el plato, de pinchar y pinchar el pescado para ver si era cierto... al final se disculpó y preguntó si le preparaba otro. La respuesta fue negativa.

Bourride de baudroie à l'Escalaise Bourride de rape a la Escalesa. La Bourride es un plato típico de la zona, que se acompaña generalmente con patatas y/o arroz. En occitano "bourride" puede significar sopa de agua hervida con yemas de huevo o caldo de pescado con alioli , en ambos casos acompañadas con pan. En este caso, no era ni una cosa ni la otra, pues la salsa a base de alioli, que bañaba el plato era prácticamente insípida. El rape como en el otro plato, aunque sin punto de comparación, estaba también ligeramente pasado de cocción. El acompañamiento, cangrejo de rio, almeja... estaba bueno. Es de destacar, que en ambos platos, la decoración era exactamente la misma. Cangrejo de río, una almeja, un mejillón y dos ajos y está lo era igualmente en la mayoría de segundos platos que veíamos en las mesas circundantes.

Para un restaurante recomendado por la guía Michelin y que practica unos precios dignos de la guía roja, me parece un poco fuera de lugar.

El pan que acompaño la cena fue muy bueno.

De postres tomamos : Le Tiramisu minute aux fruits de saison El Tiramisu al minuto con frutas de temporada. Segun MC fue uno de los peores tiramisus que ha comido, pues de tiramisu, solo tenia el nombre. Era nata montada con frambuesas, que estaban buenas. Café très gourmand Café muy goloso. Muy copioso pero la calidad no acompaño toda la repostería, solo l'Orangette, el clafoutis aux fruits rouges y el coulant au chocolat, merecian la pena.

Para beber tomamos una botella de agua del grifo, y una botella de vino blanco crianza biologico Les Mourguettes Cour St Vincent 2015 AOC Coteaux du Languedoc Domaine Cour Saint Vincent, Martine et Francis Bouys, cepages, 25 % Grenache blanc, 50 % Marsanne, 20 % Roussanne, 5% Clairette. Tras la fermentación el vino permanece 8 o 10 meses bajo sus lias finas con battonnage. Muy fresco y equilibrado.

No tomamos cafés. La cuenta ascendió a 62 €/persona (el propietario ofreció el postre de MC (8 €) para hacerse perdonar) Mala RCP. La cocina es "tape-à-l'œil"(de pura fachada) y el ambiente de sala no es muy agradable.

Esta experiencia es la pura demostración de que en ocho años un restaurante que no evoluciona, que retrocede en su cocina y que presenta platos sin imaginación, gana categoría en la guía Michelin francesa. No lo recomiendo.