Este restaurante, antigua casa de "pescado fresco", renueva su dirección y nos ofrece dos puntos de vista; el pescado fresco a la plancha tal cual, y el menú creativo de 5 ó 10 platos. En cuanto a lo primero, no hay secreto, el producto es de primera. Lo relativo a la ceatividad, sin duda, supera a muchos restaurantes de renombre, primero por el respeto al paladar del cliente y también, por un conocimiento original de cada una de las recetas; valga por ejemplo el "civet de gamba sobre salmonetes con cebolleta tostada", para ilustrar esta idea. Por lo demás, un local sencillo y acogedor, y muchas ganas de hacer las cosas bien. La calidad precio, imbatible. Hemos ido varias veces y seguiremos.