Pintxando el bolsillo

En la cava baja, zona típica del tapeo madrileño encontramos este local de pintxos, dicen que vascos.

El local no es muy amplio y caluroso (en verano por lo menos). Los pinchos en la barra cual bar de pinchos vascos, y en las paredes madera y tapas de cajas de famosas bodegas, que brillan por su presencia en la pizarra de vinos.

Las tapas a una media de 3 euros algunas a 5 (las mas "delicatessen") caras, carísimas para lo que son. Un insulto a los auténticos pinchos vascos. Aceitosos recalentados y de una elaboración pueril.

Ingerimos chistorra y morcillas ambas aceitosa. Pincho de magro de cerdo recalentado con una paetica salsa barbacoa de bote. Gulas al ajillo frías. Brocheta de Salmón reseco con queso philadelhia. Todas las tapas en panes revenidos y empapados del aceite sobrante.

Para regar estas aberraciones solo tenían dos vinos tintos y dos blancos, servidos en unos vasos bajos muy apropiados par escatimar en la cantidad de liquido a servir pero muy inapropiados para beber vino.

hay muchas mejores opciones por la zona.