Anti crisis para comer bien

El último comentario es de hace ya casi 4 años y como ayer estuvimos en este restaurante, vamos a comentar algo mas reciente.

Lleva muchos años trabajando, con altos y bajos, pero sigue siendo bastante popular, ayer acabó practicamente llenando, sigue con unos precios muy contenidos y la calidad que ofrece en general se mantiene y ese creo que es el secreto para seguir ahí, especialmente en estos tiempos de crisis.

Han cambiado algunas cosas, las servilletas ahora son de papel, y hay alguna cosa nueva en la carta, el local está algo mas viejo, y según los grupos que tengan, la disposición de las mesas es mas justa o no.

Sigue fiel a su filosofía, salvo detalles como el de la servilleta, no ha cambiado mucho, y eso creo que es otro acierto, porque es algo que les ha dado siempre buen resultado.

Nada de platos muy elaborados, sus tostas y buenas carnes.

Ayer compartimos unas patatas bravas (bien como siempre, es uno de sus clásicos, redondas, corte fino, con un all i oli no muy fuerte y una salsa de tomate de la casa), unas girgolas con bacon que estaban buenas y unas croquetas de ceps, uno de esos platos que antes no estaban en la carta, y que si tenemos que juzgar por ayer, se las podrían haber ahorrado, la verdad es que no nos gustaron, congeladas, poco gusto.

De segundo un churrasco, un buen corte de unas seis costillas, bien hecho, con una salsa chimichurri (hay que pedirla) muy bueno, sabroso y tierno, se acompaña con una patata al horno (para olvidar) y un trozo de mazorca de maíz, buena.

No pedimos vino, nunca lo han trabajado mucho, aunque ayer en la mesa de al lado, sirvieron un vino y les cambiaron las copas, eso antes no ocurría, quizás estén cambiando, en cualquier caso, no lo voy a valorar, porque no pedimos.

No hubo postres, ya estábamos un pelin llenos, si varios cafés.

En resumen, aun se come bien, sin altas pretensiones, con precios muy contenidos.