restaurante de ciudad que si estuviese en una masia rodeada de pinos competiría con los tradicionales restaurantes de cocina catalana.

tiene años de solera, y se le nota, aunque no todo es en positivo pues tiene puntos de dejadez y de abandono, de falta de mantenimiento y/o renovación...

mantelería, cristaleria, loza... sencillas y básicas, sin ánimo de ir a más...

servicio del vino casi inexistente, pero el resto de servicio correcto y agradable.

la relación calidad precio es buena, no hay sofistificación de ningún tipo pero lo básico funciona bien...

recomendable, sin apasionamiento, pero recomendable

El último comentario es de hace ya casi 4 años y como ayer estuvimos en este restaurante, vamos a comentar algo mas reciente.

Lleva muchos años trabajando, con altos y bajos, pero sigue siendo bastante popular, ayer acabó practicamente llenando, sigue con unos precios muy contenidos y la calidad que ofrece en general se mantiene y ese creo que es el secreto para seguir ahí, especialmente en estos tiempos de crisis.

Han cambiado algunas cosas, las servilletas ahora son de papel, y hay alguna cosa nueva en la carta, el local está algo mas viejo, y según los grupos que tengan, la disposición de las mesas es mas justa o no.

Sigue fiel a su filosofía, salvo detalles como el de la servilleta, no ha cambiado mucho, y eso creo que es otro acierto, porque es algo que les ha dado siempre buen resultado.

Nada de platos muy elaborados, sus tostas y buenas carnes.

Ayer compartimos unas patatas bravas (bien como siempre, es uno de sus clásicos, redondas, corte fino, con un all i oli no muy fuerte y una salsa de tomate de la casa), unas girgolas con bacon que estaban buenas y unas croquetas de ceps, uno de esos platos que antes no estaban en la carta, y que si tenemos que juzgar por ayer, se las podrían haber ahorrado, la verdad es que no nos gustaron, congeladas, poco gusto.

De segundo un churrasco, un buen corte de unas seis costillas, bien hecho, con una salsa chimichurri (hay que pedirla) muy bueno, sabroso y tierno, se acompaña con una patata al horno (para olvidar) y un trozo de mazorca de maíz, buena.

No pedimos vino, nunca lo han trabajado mucho, aunque ayer en la mesa de al lado, sirvieron un vino y les cambiaron las copas, eso antes no ocurría, quizás estén cambiando, en cualquier caso, no lo voy a valorar, porque no pedimos.

No hubo postres, ya estábamos un pelin llenos, si varios cafés.

En resumen, aun se come bien, sin altas pretensiones, con precios muy contenidos.

El restaurante Pa amb Tomaquet,esta muy cerca de la Plaza de Catalunya de Sabadell, yo diria que es un clasico de la ciudad, lleva muchos años en activo, por algo sera, he estado muchas veces y no recuerdo ninguna en la que haya salido insatisfecho. Es un restaurante sin pretensiones de alta cocina, pero con una personalidad propia que lo hace diferente al resto, con una extraordinaria relacion calidad-precio, el servicio es joven y muy amable, nunca ves malas caras ni gestos "raros", ubicado en una casa amplia de dos pisos y con un ambiente tirando a rustico, decorado con diversos tipos de adornos (platos, utensilios antiguos, muebles antiguos...) crean un ambiente muy acogedor.
Los entrantes aparte de algunas ensaladas, estan compuestos por platos que invitan a compartir, girgolas con bacon, esparragos trigueros, jamon iberico, surtido de quesos y unas patatas bravas muy recomendables para aperitivo de esas que ya casi no se encuentran. Los segundos son los que realmente le dan su personalidad propia, por un lado "las tostas calientes" muy recomendables, sobre base de pan de pages diversos ingredientes gratinados con queso, es uno de sus puntos fuertes, por otro lado las carnes, con cierto aire argentino, churrascos, milanesas, brochetas, chuletones.... yo los he probado casi todos y estan muy buenos. Abstenerse los aficionados al pescado a no ser que os guste mucho el bacalo que es lo unico que ofrecen que provenga del mar. Con los postres no me enrrollo, directamente teneis que pedir un pankeke. Respecto a los vinos, esto no lo han trabajado mucho, aunque tienen carta de tintos, rosados, blancos y cavas, son muy limitadas y con las tipicas referencias comerciales, en consonancia a esto las copas son las tipicas de sangria. Invitan a chupitos y solo abren por las noches