Fuimos un sábado a mediodía, el restaurante estaba bastante lleno, aún así el servicio fue bastante rápido y eficiente.
Buen aceite de oliva en las mesas y pan de varios tipos, incluyendo grisinis.
Las raciones son bastante abundantes. Pedimos:
* ensalada césar: muy buena
* carpaccio caliente con virutas de foie: bien el carpaccio, el foie no aportaba gran cosa
* penne con salsa de boletus: muy bien
* ravioli "gigante" tres quesos: muy bien.
La pasta está en su punto y las salsas ciertamente bien logradas.
Con una botella de agua, media botella de Viña Pomal Reserva y dos cafés, pagamos 69,30EUR.
Me parece una buena relación calidad-precio; sin duda hay italianos más auténticos y "complejos", pero este es una buena opción para comer una buena pasta y algo más.
Dentro del grupo 'Da Nicola', yo estuve en el que hay en la Gran Vía. No hacen reservas, supongo que porque siempre está lleno, y no quieren que les dejes tirados con la mesa...
En fin, es un restaurante italiano agradable, bastantes mesas: en la entrada una barra con gente esperando a que la llamen, un pequeño expositor con tartas de la casa y unos cuantos platos de pasta, los cuales forman el llamado 'antipasto' de la carta (puedes elegir 3 de esos platos expuestos que aparecen).
Las veces que he ído he comido los spaguetti negro con langostinos y setas, muy buenos. La pizza de 3 quesos también está buena, y la ensalada de spaguetti verde y salmón.
En cuanto al vino flojean bastante: devoción por el lambrusco, (luego dicen del vino al doble o triple en los restaurantes... Pues un Lambrusco por 9 euros, siendo un vino que vale menos de 2, servido en copas de batalla... ya me dirán ustedes), unos cuantos riojas, alguna otra cosilla y poco más. Tomamos un Enate sorprendentemente bien conservado. Nos cambiaron las copas por otras menos de batalla. De postre un chupito de limoncello, muy rico.
En general bien, me gusta más que los típicos VIP's, GIno's y similares, pero en Madrid hay italianos mucho mejores.
Un restaurante italiano que destaca sobretodo porque tiene la cocina a la vista: Para mí esto es un placer, porque se ve trabajar a su equipo, entre los que destacan algunos auténticos profesionales; de los que rezuman carisma y que en sí mismos son un espectáculo que cada día escasea más. La comida muy bien, más por la cantidad que por la selección de las materias primas, el vino no está especialmente tratado, dos blancos a copas y tres tintos, pero servidos delante, la copa normalita. Los postres muy dulzones y suculentos. En general bien, le doy un 6 (q es mucho). Lo mejor: que la cocina funciona. Lo peor: que es cocina italiana!. Saludos veremeros!