Buenísimo bacalao

Taberna clásica de Madrid próxima a la Plaza Mayor. Muy pequeña, agobiante casi siempre. Para muchos es la gracia de ir de tapas. Pero ante los achuchones de los demás por ganarse un sitito en la barra, paciencia y una sonrisa, por favor.
Cuando ya consigues tu parcelita en la barra cual trofeo, todo se olvida probando sus generosos lomos de bacalao rebozados y fritos (siempre del momento y sin espinas, ni soso ni salao), unos callos de escándalo o unas albóndigas de ternera. La única bebida posible, unas cañitas, aunque algún chato de vino también es posible. No es un sitio de vinos por lo que no puntúo.
Creo que sería una parada obligatoria si hubiera una ruta de tapas por el centro histórico de Madrid.
Pedimos 6 de bacalao, una ración de callos, 4 cañitas y un refresco: 31€