Fuimos recomendados a este chiringuito, el cual algunos le llaman el mejor de la comunidad valenciana. Tres personas, la comida consistió en unos calamares (normales), chopitos a precio de oro (normales), tomate de la huerta con ventresca (4 rodajas de tomate con algunas láminas de ventresca). Luego unas chuletitas y un atún que nos recomendó especialmente el camarero porque se trataba de un atún de 50 kilos que tenían ese día; el atún con mucha grasa como jamás había visto uno y pasado de aceite en su cocción, nos dejamos la mitad. Las patatas que acompañaban los platos eran de hace dos días...y todo por 100 Euros...que nos pareció totalmente desproporcionado. Bebida: aguas y un tinto de verano aguado.
En definitiva, algo para no volver a pisar.

Fuimos a cenar el 26 de Julio a este chringuito restaurante recomendados por un amigo conocedor de la zona. La primera toma de contacto tuvo que ver con la espera. Llamamos para reservar y sin embargo tuvimos que esperar 45 minutos hasta que nos dieron mesa. Pedimos:
una ensalada Alteana, realmente decepcionante, era medio tomate abierto sin ningún sabor con dos pequeñas anchoas y dos medias cebollas y pepinos sin nada más. Plato de pescaditos fritos, ración pequeña, sólo pescadillas y frito normal. Nada a destacar.
Sepia a la plancha. Realmente eran dos minúsculos sesiones a la plancha con patatas fritas congeladas al lado. Vamos , estilo fast food, con tinte Mediterráneo.
El vino un Jose pariente servido en cubitera y copas de vino de todo a cien.
Nada más, no café, ni postre.
Nos cobraron 49,50 euros.

Si bien hay que tener en cuenta que es un chiringuito de playa y no esperaba ni una cocina de alta complejidad ni un servicio de vinos esmerado, la relación calidad precio es muy cara. He comido en chiringuitos mucho mejores a este, en zona de turismo en temporada alta, más baratos.

Deberían de cuidar este aspecto ya que igual viven del nombre, pero como todo en la vida, si al final no cuidas tu clientela, esta se acaba marchando

Disfrutar de una comida honesta, con productos típicos del lugar, a la orilla del mar, en pleno verano, con el rumor del oleaje tan próximo que se huele, y en la calma de un pueblecito... no tiene precio. Altea es un lugar muy turístico, pero en El Cranc se puede encontrar todo esto. Para tres, al mediodía, tomamos unos pescaditos fritos de la bahía, finísimos y muy frescos; una fuente de pescados de tamaño medio (no recuerdo el nombre autóctono del plato), que incluía pescadilla, salmonete y lo que yo conozco por palallas, en una fritura perfecta, todos del día y de un sabor exquisito; de plato principal un arroz del senyoret, en su punto, con sabor local; maridado todo ello con Casta Diva Cosecha Dorada. Postres variados, nada especial, pero nada vulgar. Total unos 35 EUR/pax. El servicio correcto, no tan bueno como el de un restaurante serio de ciudad, pero no tan vulgar como el de un chiringuito de playa corriente; es mejorable, pero no hay que olvidar qué es y dónde está, y a qué precio se paga.

El que aprecie las virtudes del local no saldrá defraudado. Yo volveré sin dudarlo.

¿Qué decir de El Cranc?. Es un chiringuito al lado de la playa con una carta con productos frescos y de calidad. Un lugar recomendable si te gusta el pescado. Pregunta lo que tienen fuera de la carta, ya que a veces disponen de género especial. Atención, no es un chiringuito económico; pero su situación es destacable, pegado al mar. Y el servicio atento.
Nosotros nos acercamos a cenar aquí cumpliendo un rito que mantenemos desde hace unos años. Nos encanta coger la carta y degustar todo lo que nos apetece.
Este sábado nos pedimos entradas diversas:
Sepionets en su tinta: insuperables; albóndigas de calamar: imprescindibles; ensaladas a base de medios tomates con anchoas de bota, pepinos y cebolletas: típico del restaurante, muy buenos; chopitos fritos: muy flojos y rebozo mejorable; verduras asadas con bacalao: ricas, mas presentadas en pequeña ración.
Y cerramos con dos grandes pescados a compartir con todo el grupo: un dentón y un gallopedro que nos prepararon en rustidera: soberbios. Muy bien cocinados, pescados muy frescos y de textura exquisita.
Regamos todo esto con vinos blancos. Pedimos dos referencias de 2010: Enate 234 y un Rueda Marqués de Riscal, que disfrutamos con toda la comida.
En suma, una velada estupenda, primer paso para lo que luego disfrutaríamos.

El domingo día 29 de Agostos 2010
fuimos a cenar 6 personas y de menú
3 medios tomates media cebolla y un pepino y 6 anchoas, por esta ensalada 36 €
12 rebanadas de pan: 12 € (estaba mas duro que una piedra)
2 platos de pescaditos: 2 salmonetes, 2 gallitos, 1 pescadillita de enroscar cada plato 18€
2 calamares rellenos
2 raciones de albondiguillas con 6 en cada plato: 12€
4 jarras de sangría que era todo hielo 40 €
1 ración de sepionet
4 postres
2 cafés

Total 188 € y nos quedamos con hambre.

Hemos tomado de entrantes:
- Pelotas de calamar: muy buenas,
- Tomates con anchoas: pasables,
- Chipirones en su tinta: muy buenos.

De principal un arroz de senyoret que estaba bueno sin más.

De postre helado de chocolate casero que tenía restos de hielo.

Para beber Chardonnay de Mendoza.

Ni se os ocurra pedir jarras de cerveza.

Me ha parecido un pelín caro, ahora bien hay que tener en cuenta que estás al LADO del mar

A unos 400 metros del Hotel Villa Gadea paseando por la plaja camino de Altea, se encuentra este chiringito justo encima de los cantos rodados de esta playa. Lo en incluido en "Tapas " por ser algo bastante informal. El sitio es muy agradable ya que se puede salir del agua e ir a comer directamente. Lo preferible son los productos del mar. Los precios no son tan propios de un sitio así. El arroz negro a 30€/ración. Otros platos están bien como el atun plancha que nos han sacado a 17€, una ventresca riquisima. Recomendable reserva y comer de picoteo. El vino no hemos tomado, los tintos están a temperatura "ambiente" y las copas de chiringuito. En cuento a la carta los clásicos de la zonas clásicas. Se puede fumar al estar a aire libre.