Este bar es uno de los mejores que visitamos durante nuestra estancia en Sevilla.

Buena terraza en la coqueta plaza de los Venerables, ambiente de tasca interior, servicio local, de toda la vida, no especialmente simpático.
Entorno bueno, pero ojo, teniendo en cuenta que es una tasca, no comparable con un restaurante.

Fuimos a probar sus jamones, y salimos encantados con otras cosas.
El jamón ibérico que pedimos estaba bueno no podía ser menos, pero nos enganchó mas, quizá por lo inesperado (el tema de las expectativas), un atún del norte con pimientos hechos en la casa, que estaban de muerte, también con cebolla, todo combinado estaba buenísimo, creo que el toque diferencial fueron los pimientos.

No desmereció al atun con pimientos, media ración de cola de toro (así lo llaman), clásico, tiernísimo, gustoso, acabamos repelando el plato con pan.

Para beber, un poco de todo, dos copas de Beronia (2,10 € x copa), una cerveza, un refresco.
Acabamos con un cortado.

Hay que ir.

Éste local merece una parada... merece que pruebes sus jamones... sus expléndidas chacinas de la serranía de Huelva... su gazpachito en verano... sus croquetitas... algún que otro pescaíto frito... y el entorno maravilloso... y si la temperatura lo permite en la misma plaza tiene una pequeña terracilla para disfrutar de los aromas de la primavera con una copa de manzanilla en la mano y la vista en el cielo azul sobre las callejuelas.