Primera toma de contacto

Recién llegado a Torremolinos tras más de 600 kms, y sin apenas haber comido, decidimos que no era día para fallar, así que entre lso comentario de Verema y los de un amigo de total confianza en lo que a gastronomía se refiere (y lo demás viene sólo), decidimos ir a Casa Juan. Si por la cantidad de clientela se identifica una buena cocina, éste debe estar entr elos mejores del mundo, ocupa casi una plaza gracia s los 4 locales que lo forman, por decir un número al azar, puede ser que haya 200 mesas en total, servidas todas con preciso desconcierto, da igual a quien pidas un determinado plato o consumición, o quien te atienda inicialmente, todo está controlado y acaba llegando con celeridad, siempre con buenas y muy cordiales maneras (y dependiendo de quien te toque, risas garantizadas).

Dependiendo de en que local te toque o pidas, cambia el entorno por supuesto, pero aun en la terraza, si eres consciente de donde estás, puedes comer con cierta comodidad. En cuanto al vino, media docena de blancos andaluces, otros tantos del resto de España, y unos cuantos tintos, hinchadetes, y servidos de esas maneras, pero no creo que ni el 1% de la clientela (y quizás estoy siendo generoso) le exija más. Pedimos (como casi todos los días) una botella de Barbadillo a 12,50 €.

De comer, una paella (MWUAHAHAHAHAHAHA) ciega (estilo arroz del señoret) para dos (26 € de ambos) correcta sin más, quizás por el exceso de pimiento rojo, y para amenizar la espera unos chanquetitos (9,80 €) bastante buenos. Postre no comimos.

Total, 50,10 de lo dicho, más los 1,80 € del agua, como anécdota, nos cobraron el pan que no sirvieron, cosa que corrigieron de la cuenta sin el menor problema y con rapidez.

Resumiendo, visto lo visto, y a pesar de no estar ante un arroz glorioso, nos quedó claro que se iba a convertir en nuestro restaurante de cabecera de las vacaciones ....