Local agradable. Con espacio para no fumador. Estabamos prácticamente solos en no fumadores, sólo otra mesa. La parte de fumador llena. Esto y la falta de personal, dos personas, hicieron que el servicio fuera bastante lento.
Ibamos un grupo de 6. Pedimos algo para compartir. Dos pizzas: Lo mejor de la noche sin llegar a ser expectaculares. Una ensalada que no probé, abundante. Y provolone con salsa vino dulce, correcto.
Los sengundos: hubo unanimidad en la mesa. Mal, muy pobres. Solomillos y entrecot muy muy regulares.
Carta de vinos corta.
No tomamos postre. Sólo Café. Nos invitaron a chupito.
Supongo que si nos hubiéramos ido a pizza y pasta la cosa, por lo comentado en otras ocasiones hubiera mejorado. No habrá oportunidad para probar, no volveremos.