Ahora sí, ha cerrado definitivamente como restaurante marisquería y, tras un periodo de reforma, ha abierto con el nombre de Gastrobar El Barco de Papel en la misma ubicación; según me han comentado, mantiene que ver con popietario/trabajadores anteriores, aunque con un concepto gastronómico diferente.

A pesar de que ha disminuido su horario y algún día puede estar cerrado, el local sigue abierto y mantiene su oferta de marisco y pescado.

Local bastante lleno (las fechas son las mejores) con el servicio de sala eficiente que ha habido siempre. Mesas separadas, buenas copas y cambio de platos, dejando sensación de buen sitio y buen servicio.

Vamos a menú pactado y cerrado antes de entrar, así que no puedo opinar de carta de comida ni carta de vinos ni de precios de los mismos.
Comida para tres, con unas cervezas de inicio, un buen pan tostado con aceite y un vino básico Musho 2014 con un primer servicio y dejado en cubitera. Por supuesto agua grande (de Solan de Cabres).

Entrantes al centro a compartir
. quisquilla: tamaño pequeño, correcta de sabor aunque algo menos de cocción hubiera dejado mejor textura.
. navajas ( 2 pp): tamaño medio, buen punto de plancha y sin arena. Correcto.
. pulpo con cachelos: buen plato, pulpo de tamaño pequeño pero bien de sabor, cocción y aliño. Bien.
. cigalas (2 pp): tamaño medio, a la plancha y abiertas, sin estar secas y la carne tersa. Bien.

Principal:
. lubina salvaje con patatas panaderas y cebolla frita caramelizada con un toque cítrico. Muy buen plato, buena pieza de pescado, perfecta de punto. La guarnición correcta pero demasiado simple.

Postre:
. helado de mandarina con zumo de naranja: sabroso, algo cargado de azúcar y se espera un toque más cítrico.
. la otra opción a elegir: helado de turrón con cacao espolvoreado y con un toque de PX por iniciativa de la casa: más que bien.

Cafés, buenos, y por cortesía de la casa., unos chupitos de Miss Tela muy ligera.

Por desgracia comer buen marisco fresco, moluscos y crustáceos ( ostras, almejas, navajas, gambas, cigalas, calamares, "bocas", canaillas) y perfectamente preparado y decorosamente servido, no es barato.
Si a eso le sumamos un excelente San Pedro perfectamente frito, 2 botellas de Nora da Neve 2006 (un excelente Albariño), un buen café y dos copas de Caol Ila 8 años, tenemos una cuenta de 250 €.
El local es correcto, la carta de vinos no es muy amplia pero esta equilibrada, con interesantes blancos (lastima que no tuvieran Que bonito cacareaba 2005, a pesar de estar en la carta),y alguna referencia de vino francés no demasiado desorbitada de precio.
El servicio del vino, solo correcto.
En resumen, buen producto, bien tratado y precio..., pues eso que comimos 2 personas muy bien.
Nota: No os preocupéis que volvimos a casa en taxi.

Restaurante basado en la materia prima. En ese apartado no se puede poner ningun pero. El marisco y los pescados tienen una excelente calidad. En particular yo destacaria las ostras (de tamaño enorme y muchisimo sabor), los chipirones y el mero. Postres muy flojos. Carta de vinos muy clasica y,para mi entender, con falta de oferta en los vinos blancos. Servicio correcto. No puedo hablar de RPC porque no pague yo

Restaurante sin una decoracion relevante, pero que puedes salir satisfecho. Estuve en septiembre, una noche con unos clientes portugueses y quedaron tan encantados que volvimos al cabo de tres noches. El carpaccio de foie, extraordinario, los chipirones en su tinta, de muerte, y los pescados de segundo, muy bien elaborados. Propuestas de vino correctas y el precio, mas que aceptable. Tambien es verdad que volvi en Enero, y pedimos un plato de gambas (excelentes por cierto) y ahi nos dieron, pero ya sabemos que cuando entras en el mundo del marisco, y este es de primera fila, es de esperar.

Un bar, mas que restaurante, exactamente una marisquería. Buena materia prima. Me encanto el mero (por textura y sabor, pero le fastidio la salsa de pimentón). La comida en general sencilla, marisco fresco.Imagino una elvada RCP