Local con 3 ambientes diferenciados y cuidados de decoración: comedor, barra (con mesas altas y taburetes, la que elegí) y terraza. Carta de tapas bastante "actual" (para estar en Murcia que para mí es la reina del tapeo "clásico" en Levante) sin ser muy extensa. Unos 10 o 12 vinos por copas en "la pizarra" (incluso 2 cavas: pedí A. Torelló Mata "verde" con "degüelle de 01/07" detalle que se agradece, para hacer tiempo mientras seleccionábamos la "comanda"). Me llevó mi acompañante con intención de agasajarme porque sabe de mi afición al vino. Pedimos 3 o 4 raciones/tapas para compartir y la carta de vinos para poder darnos un homenaje, cuando volvió la camarera con la comida ¡desagradable sorpresa!: "lo lamento pero no le puedo dar ninguna carta". Pedí una botella del mismo cava por eso de no abochornar a mi anfitriona marchándome del local. Supongo que algo tendría que ver que había procesiones y está en la zona. No sé si le daré "otra oporunidad"

Local bonito, bien decorado y con buen ambiente. La carta extensa, pero algo liosa de entender. Solo he estado una vez con el vino algún detalle no bueno. No me dieron a catar el vino, la chica sirvió y dijo "ahora vuelvo a ver si le gusta", no volvió. En vino recomendado del mes decía en la carta que era de la DO Bullas, lo pedimos, pero no aparece el sello de la DO por ningún sitio, ese vino está dentro del ámbito de la DO pero no acogido a ella. El vino (tinto) lo sirvieron superfrio no se si es que lo tenían con los cavas, tuve que esperar un buen rato a que se atemperase un poco.
Por lo demás recomendable, platos originales y buenos, buen servicio.

Rectificar es de sabios. Mis amigos me pidieron que diera una segunda oportunidad a PURA CEPA y así hemos hecho mi mujer y yo. Efectivamente, han ampliado el local, lo que permite más desahogo en la zona de barra. Han cambiado, y mejorado, las tapas, siempre de autor, basándose en la comida típica murciana: espuma de patata con ajo, espuma de michirones, zarangollo con huevas de mujol, etc. Magistrales las croquetas de gamba roja y las albóndigas de ibéricos con setas. En cuanto a ls vinos, han ajustado los precios y ofrecen una cuidada selección de vinos por copas (Care 2002 cariñena, Casamaro rueda...). Las camareras son simpáticas pero no tienen demasiada idea. Altamente recomendable. La terraza muy agradable a partir de marzo.

Entorno bonito y cómodo.Vino ecológico que todavía ha de madurar (Lavia),pues aunque entra fácilmente, el posgusto no es bueno. Tapas de "tasca", no de restaurante. Buen servicio. Ánimo, seguir reivindicando cocina imaginativa.

La comida es original pero el local es demsiado pequeño e incómodo. El gran problema es el vino:muy caro. No pueden cobrar 3 E por una copa de Borsao joven cuando una botella del mismo cuesta menos de 3E en Mercadona.

Buen a selección de vinos.
Comida con bastante imaginación.
La pena es el calor que hacía en la plaza (cena al aire libre). Si tuviesen local más amplio tendría más exito.

Poco más que añadir. Establecimiento en el que junto a unos platos atractivos fruto de una visión moderna de la gastronomía de la zona, uno se encuentra con un magnífico servicio del vino. La carta no muy larga pero muy bien elegida. Vinos por copas.

Taberna que ofrece especialidades murcianas reinterpretadas desde la imaginación y el buen gusto en un ambiente agradable y con un personal muy atento.
Optamos por el menú degustación con una magnífica relación calidad-precio del que destacaría un sabroso zarangollo enriquecido con huevas de mújol, unas magníficas croquetas de gambas, un gazpacho con pulpo muy suave, un sorprendente maridaje entre atún y solomillo, unas tiernísimas carrilleras de ternera o un delicioso mousse de pimiento entre los postres.
Amplia carta de vinos (con especial atención a los de la región) conservados y servidos en condiciones, con unas copas razonables y a unos precios inmejorables (sobre el 20% de margen).
Se puede cenar cómodamente en la terraza o, con más estrecheces, en el reducido espacio interior.