De ruta por Jaén, acabamos bajándonos en esta parada. Salón emulando un lujoso y antiguo vagón de tren (muy bien recreado, por cierto). El servicio, amable y correcto. Comimos a la carta:
Degustación de aceites (como no podía ser de otra forma): todos muy acertados y con muy buen servicio del pan.
De entrante: pulpo frito sobre gachas guijas y crujiente de tostón. Muy, muy bueno. Muy buen tratamiento al pulpo, sabroso. Aunque lo pudiera parecer por el acompañamiento, nada pesado.
De platos principales: tostón dorado, confitado en aceite de oliva picual Cortijo la Torre, melocotón y gel de lima: regular, algo aceitoso y reseco; y milhojas de cordero Segureño con cremoso de breas, vainilla y palo cortado AOEVE espíritu santo picual. En este sí acertamos, delicioso.
Y de postre: panna cottas de aceites de oliva con manzana ácida: no nos decía nada, simple, se quedó en el intento.
Junto con 2 copas de cerveza y un café: 67,30 euros.
aperitivo
panna cottas de aceites de oliva con manzana ácida
milhojas de cordero Segureño con cremoso de breas, vainilla y palo cortado AOEVE espíritu santo picual
tostón dorado, confitado en aceite de oliva picual Cortijo la Torre, melocotón y gel de lima
pulpo frito sobre gachas guijas y crujiente de tostón
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.