Buen restaurante, a secas

Se encuentra en la Playa do Guincho, a unos 9km de Cascais. El paraje es precioso, con mucho encanto.
El restaurante está prácticamente sobre la playa y al límite del Parque Natural de Sintra-Cascais, aunque no pude disfrutar del entorno pues era de noche. Sala grande con un servicio agradable y profesional. Grandes ventanales hacia la playa,
Carta orientada a pescados y mariscos, aunque no faltan los platos de carne. Para ser el restaurante que es (hasta hace poco tenía una estrella Michelín), los pescados expuestos no eran para lanzar cohetes. Variados (lenguados, salmonetes, lubinas, doradas y algún pargo) pero no espectaculares de tamaño, al menos ese día. Precios muy, muy altos (50-60€ kilo). El acuarium de langostas sin embargo de nivel alto (168€ kilo de langosta!!!).
Cena para mi solo:
Detalles de la casa: Una especie de villaroy relleno de gambas, una empanadilla de no se qué y una tarrina de queso fresco que tome con una caña frequita.
Entrante: Una gamba tigre (es un langostino que suele pesar entre 200-300gr a 96€ kilo) a la plancha (bastante bueno).
Segundo: Bacalao al horno (aunque no me suele gustar este tipo de pescado, creo que estaba a la altura; buen lomo rustido por fuera y perfecto por dentro).
Postre: En 15 minutos prepararon un souflé de nueces, demasiado generoso y que no me entusiasmó.

Servicio del vino: No pedí la carta, aunque observé servicio de sumelier, incluso con decantación de vinos en algunos casos. No lo valoro por tanto.

Precio total: 61€ (inc. IVA)

Como anécdota, me llamó la atención que en la cuenta desglosan por separado:
Pan y mantequilla y los tres "detalles" de la casa uno a uno: Total unos 5€. Sin detalles en la sobremesa.