Noche de lluvia en Valencia, solo 10 comensales, y aún así los platos salian un pelín tarde de cocina. De entrantes pedimos un 1000 hojas de anchoa marinada, guacamole y tomate, unos canutillos de puerro y queso de cabra y un carpaccio de buey y parmesano, este último cortado a lonchas demasiado gordas. De primero pedimos tartar de atún con huevas sobre aguacate y una carrillera de cerdo ibérica sobre crema de patata, los dos plastos bien preparados y muy buenos, cena acompañada por un vino normalito, un tinto Hoya de Cadena. Para finalizar, pedimos un couland de chocolate, no demasido bueno, ya que el chocolate era muy líquido y sin sabor.
La cena nos salio por 75€ la pareja, buena comida aunque se pueden mejorar cosas.

Noche de agosto en una aparente desértica Valencia. Por no haber no había ni “pelis” decentes en cartelera con las que pasar un rato al amparo de un buen aire acondicionado. No deja de sorprenderme comprobar que la gente que no te cruzas durante el día aparece por la noche, al menos en los locales de la zona que estaban prácticamente llenos.

Buena impresión al entrar. Descrito convenientemente en comentarios previos. Se respira amplitud, ambiente moderno, estética cuidada dentro de un rango informal. A destacar la proximidad de algunas mesas.

Reserva mediante una conocida web que oferta descuento del 40% a la carta. Todo al centro como casi de costumbre:

Croquetas. Correctas todas aunque la de Queso y la de Hongos son las que más me gustaron por su sabor manifiesto. A distancia quedó la de Jamón y la insulsa de Bogavante. Se acompañaba cada una de una salsita diferente aportando alguna que otra cosita aunque nada reseñable. Variedad.

Vieira con Jamón y Huevas de Trucha. Sin misterios, a la planchita, sabrosa, tierna, sobrándole el jamón que llevaba encima, no lo necesitaba así como la "mostanesa" que completaba el plato. Adornado.

Foie Mi Cuit Crujiente. Tres cortes de un cilindro rebozado en maíz tostado. Bien de intensidad y agradable toque crujiente exterior. Acierto.

Tapita de Huevo, Hongos y Foie. Base de parmentier con textura cremosa y suave, sosteniendo una yemita y las setas para romper sin piedad y darle gusto al paladar. Me lo sirvan en menú o pidiéndolo como fue el caso, no me deshago de su presencia en mi mesa. Reincidencia.

Tempura de Verduritas. Berenjena, Calabacín, Pimiento Rojo y Verde y Zanahoria en buena cantidad con un rebozado algo tosco y deslavazado por momentos pero cumplidor y nada cargante. Una salsa de mostaza dulce y una de soja para acompañar. Inesperado.

Los Nachos de Nacho. Con ese nombre en carta... imposible no pedirlos! Lo más destacable eran los propios triángulos ya que la textura encementada que formó el queso conforme se fue enfriando deslucía el resto de ingredientes. Prescindible.

Como postre y por recomendación del camarero probamos la Torrija de Horchata con Helado de Baileys. Elaborada con pan de leche, gustosa y con buena cobertura caramelizada. El heladito también ayudaba al placer final. Simbiosis.

Bebimos cerveza, creo que seis aunque en la cuenta veo ocho, o me descuento con facilidad o a la próxima diré que no retiren los vasos vacíos a riesgo de que se queden sin vajilla. Servicio algo desbordado pero cumplidor y atento.

Resumiendo, buen local donde picar algo y donde se percibe ganas de agradar aunque el resultado sea a veces irregular. Si subieran ese puntito que plantea Dani C. en el comentario previo seguro que daría más que hablar... o puede que tampoco estén interesados pues a juzgar de cómo estaba el local parece que así les va bien.

El precio reflejado es con el descuento mencionado y la RCP valorada en función del mismo.

Primera vez que reservo a través de Verema. El sitio muy correcto, bien atendido y con ambiente agradable. Calidad precio muy aceptable, sobretodo teniendo en cuenta el descuento del 30% por reservar a traves de Verema (hasta que no lo vi en la cuenta no me lo acabé de creer).El steak tartar de atun exquisito.

Visité este restaurante en sus inicios y me pareció sólo correcto. Esta mediocridad, unida la oferta gastronómica del momento en Valencia, que por aquel entonces rebosaba de locales nuevos y de cierta alegría en el gastar, me hizo enterrarlo en el olvido. Ahora, después de cinco años, volvemos con una cata de la Peña La Verema.
El restaurante sigue estando en un enclave privilegiado y tiene un encanto especial, aunque el asiento corrido de las plazas adosadas a la pared no es nada cómodo, y me tocó a mí, mala suerte. Los antiguos muros, el juego con el cristal, los metales y la iluminación son muy acertados y crean un buen ambiente.
Menú cerrado por el organizador de la cata que inició con un buen jamón de Extremadura y un foie micuit al que, para mi gusto, le sobró el maíz que lo recubría, que le daba textura pero se apoderaba demasiado del sabor. Lástima porque el foie estaba muy limpio y bien hecho.
Tartar de salmón. Muy bien, y punto. Si tienes buen producto y lo respetas, el margen de error es mínimo.
Maki de atún y aguacate, aquí reconozco que entre que me tocaron la fibra de la japofilia, y que el maki no estaba nada conseguido, bajó muchos puntos el par de platos anteriores. El arroz no era el adecuado y se había quedado algo duro, por lo que no lo disfruté demasiado y dejé pasar el plato reducido a un único bocado.
Carpaccio con helado de parmesano. Sí, el plato está algo manido y lo he probado en diferentes versiones, con helados de todos los quesos, con especial predilección por ese helado de Torta del Casar al que nos tenían acostumbrados en Sangonereta, pues aún así, es un plato resultón que si está bien ejecutado, el helado es de buena calidad y se tiene algo de gracia, el conjunto no defrauda. Le falta algo de chispa, pero es un buen plato.
Continuamos con el steak tartar, bien el corte, clásico y grueso, y bien de sabor, algo falto de un punto picante, pero bastante bueno, y el pan tostado de calidad, punto del que en algunos restaurantes se olvidan y el plato se ve afectado por el dichos pan industrial.
Como plato individual tomamos un entrecot, perfecto de punto y de buena calidad.
Cerramos con un par de postres que apenas probé, el menú era generoso en raciones y no soy muy de dulce.
No vi la carta de vinos, por lo que opino en base a lo bebido y la copas, que eran de buena calidad y el servicio, que estuve pendiente de nosotros toda la noche, siempre atentos.

Tal vez a este restaurante le falte un punto de chispa, algo que le haga marcar una diferencia y te haga decantarte por él. Es un buen restaurante donde comer una cocina sin complicaciones, pero bien elaborada, salvo algún traspié que deberían subsanar. Se les ve ganas y creo que pueden conseguir ese punto extra.

Centrico local con decoración moderna. Mesas de tamaño medio con separación correcta entre ellas. Manteles de papel , cristaleria, cuberteria y vajilla acorde al precio del establecimiento.
Mientras esperas que te sirvas te sirven un bol con patats fritas de bolsa como detalle de la casa.
Hemos tomado menu del dia (15,8 euros) consistente en :
.- Rollito de calabacin con queso filadelfia y salmón ahumado : Palto sencillo , pero gustoso. Buen sabor el del salmón y original el contrapunto del calabacin
.- De segundos :
Mi acompañante : Fetuccini con una salsa tipo bolognesa. Buena cocción de la pasta , mal la salsa con tomate demasiado acido y mucho sabor de cebolla y poco de carne.
Yo he tomado Arroz al horno: Aqui lo contrario de los Fetuccini, punto de arroz pasado , con buen sabor.

Postre : Brownie de chocolate con helado de vainilla. Brownie correcto y mal el helado , siendo éste insipido.

Pan correcto y muy buen café.

Servicio de sala muy bueno cuando hemos entrado . recpción amable , simpatica y diligente. Luego, cuando se ha llenado , era otra cosa, y no por culpa de los camareros, simplemente no daban más de si. De hehcho , he pedido un segundo café y nos hemos ido sin que nos lo sirvieran. Insisto que no es achacable al personal. Simplemente estaban desbordados.
No puedo opinar del servicio del vino. No hemos tomado , ya que la carta no era nada atrayente para mi. Esta claro que no es su guerra y lo entiendo. Si nadie echa de menos referencias mas novedosas y menos comerciales no creo que haya motivo para cambiar. es una pena porque , al precio de las que tienen hay muchas en el mercado que serían mas llamativas.

Es una pena que cuando salgas de un lugar como este tengas una sensación de que nada te acompaña a volver. Y es una pena , porque si se analiza, en el fondo son detalles mimios. Siempre es de agradecer que en un local bien decorado y comodo se esfuercen en darte un menu a precio comedido. Y no lo consiguen por minimos detalles. El gran fallo han sido los segundos : Cuesta tanto que el grano del arroz no se pase? Es tan dificil conseguir una salsa de tomate menos ácida y mas equilibrada en la pasta? que diferencia de precio por comensal hay entre un buen helado de vainilla y uno que no sabe a nada y que parece de un banquete? No creo que ninguna de las tress cosas sean irresolubles. Si no hubieran existido esos fallos seguro que al salir hubieramos estado satisfechos y con ganas de volver.
Por otra parte el local estaba practicamente lleno. De hecho , según me han comentado casi siempre es asi. Con lo cual, aplicando la lógica , no hay nada que cambiar. Si así llenan, lo normal es que no cambien. Otra vez mas , quizás ( o sin quizás) yo sea el equivocado :-)
Emho , que no deja de ser una opinion , les falta un empujón o quizás uno y medio......
El precio incluye dos menus , 3 cervezas , un café y un servicio de pan extra.
La puntuacion de la RCP es floja , ya que ahora mismo en Valencia hay locales que , a ese precio, se come mejor.

He estado dos veces,aconsejada por varios amigos.
Grandes ensaladas,recomiendo la del helado de foie.
Entrecot,sabroso,cocinado en su punto.
Mini hamburguesa,buena carne,con una espuma de ajoaaceite muy fina q le iba muy bien.
Servicio,atento,siempre me atiende la misma chica ,diria q es argentina.
Recomiento ir en parejas,porque en grupo pagas mas de lo que debes y menos de lo que quieres,algo q me pasa bastante a menudo.
En general recomendable,a medio dia ,mas recomendable.

lamento no coincidir con la anterior critica, en cualquier caso, comentaré la mia.
Sábado, noche de Marzo, llenazo en el restaurante, ciertamente hasta los topes. celebramos el cumple de mi pareja. Mesa para seis. 22.00 horas.
suelo ir a comer muchos medios dias cada mes, puesto que, a mi juicio, dispone de unos de esos menús de diario más compensados de nuestra ciudad. Excelente en su presentación, gran calidad de materias primas, buen toque creativo, y un excelente servicio en sala. Desenfadado, pero muy atento.Todo ello envuelto en un local que, de verdad, respira calidad en todo su espacio.16,50 euros, todo incluido, de verdad, valen la pena.
Así, es que tras corta negociacion, mis colegas, aceptan mi propuesta.
Lo primero que nos encontramos es una exposición brillante de Elena Aguilera, primera pintora que expone en diblú. Me comenta Juan Carlos, jefe de sala, que la empresa ha puesto en marcha una actividad en conjunto con una serie de artistas para que expongan en el restaurante. Sus obras se pueden comprar allí mismo. Realmente le pegan mucho al lugar.
En cuanto a la papusa, pedimos de entrantes unas ostras acompañadas de un Taittinger, muy frio y muy ricas. Unas bravitas, ok y una excelente ensalada que toma el nombre del restaurante, nos pareció buena.
Platos principales, el entrecotte trinchado al centro (caro, pero buenísimo), asado de cochinillo a baja temperatura, y dos pescados del dia, en ese caso mero salvage, una pasada.
De postre, pedimos una tabla de quesos y un brioche de chocolate belga caliente.
Bebida, nos sugirieron un vino valenciano de nueva incorporación a su carta, cota 830. vale la pena.
Insisto, el lugar, y su emplazamiento, bien valen una visita. precio por persona, 38 euros.
Quizá, como punto dificilmente mejorable, la estrechez de espacios entre mesa y mesa.
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Local bien situado en la Gran Via Marqués del Turia, al lado de la zona de copas de Canovas. Decoración moderna y agradable, con restos de muralla y coqueta iluminación. Lo que menos me gustó fue la carta de vinos, muy corta en blancos y espumosos. Pedimos un Enrique Mendoza chardonnay 2010 (16,50€). Hay una amplia oferta de entrantes y platos principales con el denominador común de una cocina de mercado mediterránea. La calidad de los platos es desigual. Pedimos todo platos para compartir al centro. Lo que más me gustó fue la ensalada templada de queso, el entrecote (aunque es caro: 25€) y el tartar de atún. En cambio, más flojos el carpaccio de buey y sobre todo las puntillas salteadas. El helado de chocolate belga estaba bien. En definitiva, un local agradable, una oferta culinaria simplemente correcta, con platos desiguales y una carta muy necesitada de ampliar las escasas referencias en blancos y espumosos.

Jueves mediodia nos dirigimos a comer a Diblú . Local amplio y con una reforma-decoración minimalista muy conseguida . Música ambiente , casi hasta los topes . Existe un menú para comidas por poco mas de 16 euros muy completo y variado ( es por lo que nos teníamos que haber decantado... ) . La carta es bastante completa : entrantes , ensaladas , algún plato japo , carnes , pescados y algún arroz . Decidimos compartir : revuelto de patata-huevo e ibérico , bravas con espuma aioli , tartar de atún , vieiras con ibérico y croquetas de bogavante . Todo con buena realización , sabroso . Servicio no profesional pero efectivo .
Acompañamos la comida con vino , Enrique Mendoza Shiraz-Cabernet Sauvignon 2004 reserva ( algo fuera de temperatura ) , servido en buen coperio ( schott ) . La carta , bastante completa y variada .
De postre , torrija de mango con helado , bueno aunque demasiado caro ( 7 euros unidad ) .
Resultado , una comida agradable pero fuera de precio para el local de que se trata ( se nos va casi a los 50 euros pax ) .
A la próxima , menú .

Hace ya tiempo que fui a Diblu, pero tengo buen recuerdo del mismo. La atención fue buena durante la cena y la comida buena también y en su justa medida.
Precios excesivos en los vinos y en los postres.
Por lo demás gran calidad y presentación en los platos. Buena decoración y muy limpia.
Me gustó mucho su sutuación en la ciudad.
Espero volver pronto.