Local , llevado por gente joven , sin pretensiones elitistas , pero con tapas ricas y con una vueltilla .

Comimos en la terraza , hay que andarse al loro , pues el local de al lado esta , eso muy al lado , si te descuidas , te equivocas de local.

Cogimos unas croquetas (7,19), ricas , esparrago y queso de cabra(1,92) , esto es un pincho , también sabroso , pollo coco curry(1,92), brocheta rica, salchichas con cebolla , chapata de carrilleda(2,58) y chapata de bacalao (2,92), ambas napadas con una mayonesa , y pasadas por un grill , dándole una contundencia y sabor riquísimo a las chapatas.

Ensalada de espinacas , con queso de cabra y frutos secos , abundante y refrescante (6,60€)

Boquerones al limón , crujientes , y maridados en limon , antes de pasar por la freidora , muy original , para se runos boquerones , ricos(6,50).

Un postre de chocolate , con aceite , me encanta esta combinación (4,24).

Para beber agua grande a 2,40 y un par de paulaner a 4,40 , los gin, en otro sitio le pregunte a la persona que me atendió , un cubano , majisimo y profesional , y me derivo a un buen sitio , una muy grata experiencia .

Esto fue para tres , pero ya habíamos picado el rabo en pedro romero , conjunción que recomiendo.

Fuimos por recomendación de unos amigos. El local nos encantó, Benito aún más. la atención correctísima y la comida...de vicio!! Nos encantó, os lo recomiendo a todos, no podéis dejar de pedir el salmón marinado.
Pagamos 36 euros , 2 personas con vino, comimos de vicio.

Situado en una de las calles cercanas a la principal atracción de Ronda “El Tajo”. Local de decoración moderna, algo minimalista, también dispone de terraza, en el interior las mesas son altas, con taburetes, pensadas para el tapeo, la barra pequeña, el local resulta un pelín incomodo por su conformación con varias alturas separadas por unos cuantos escalones.

La oferta culinaria se puede consultar en las numerosas pizarras y es bastante amplia, de buena presentación y calidad, aunque bastante corriente, como apuntan los comentarios anteriores, no adopta ninguna de las elaboraciones creativas de su “hermano mayor” El Tragabuches.

El servicio del vino no está nada mal, teniendo en cuenta que se trata de un bar de tapas. La cristalería buena en cuanto a geometría y grosor. Amplia representación de vinos de Ronda y escogida de foráneos, aunque no muy extensa, a precios algo caros.

Nuestra experiencia: huevo, jamón y pimientos, hojaldre del piquillo, fajita, croquetas, chapata con bacalao y all i oli (muy recomendable) y patatas bravas (muy corrientes), tres cañas y tres vinos, todo ello por 42 euros.

El local es bonito, minimalista, luminoso y con la oferta de pinchos y tapas en grandes pizarras que se ven desde todos sitios. El trato el vino es muy bueno, copas riedel, cambio de copas con cambio de vinos, precio correcto más en los de Ronda y alguna buena cosa de fuera, tomamos un chenin por copas muy bueno.

En cuanto a las tapas, esperabamos que al ser filial del Tragabuches la buena presentacion, imaginativa, etc, etc estaría a la altura y más mirando el precio. Tomamos costillas, huevos con niscalos, presa, croquetas, y alguno más que ahora no recuerdo. Todo sobre una base de patatas fritas con mahonesa que llenaban el plato y que en algunas raciones de lo demás no quedaba ni a pieza por cabeza.

la verdad esperabamos más en la cocina, y no me refiero a la cantidad, que también y más por el precio que pagamos. El precio total fueron 100€ entre 6 personas con 1 botella de Apasos (16€) y 2 copas de vino blanco.

Local muy bonito,servicio estupendo con magnificas tapas ,calidad precio inmejorable ,servicio de vino de 10 sabiendo que es un bar de tapas ,cuidan mucha las temperaturas de los vinos al maximo ,bar muy recomendable sobre todo por el cocinero benito un verdadero maestro en todos los sentidos.

Local cercano al Tajo de Ronda, hermano pequeño del archiconocido Tragabuches. Acogedor y de diseño, sin extravagancias. Bien decorado, solo con mesas altas, típicas de tapeo. Bastante buen trato al vino para lo que suele ser un bar de tapas, en copas correctas y a buena temperatura. Casi todos los tintos de Ronda y oferta escasa pero acertada de fuera. Las tapas bien presentadas y bastante buenas. Destacables el pincho de espárragos, el pincho de cordero, los huevos rotos y por encima de todos la "chapata". Solo esa chapata merece la visita, buenísima. El precio acorde con lo que ponen, aunque es cierto que para ser tapas sí es caro, por lo menos por estas tierras sureñas. Visita obligada.