Restaurante Posada de la Villa en Madrid
Restaurante Posada de la Villa
País:
España
Provincia:
Localidad:
Zona:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
50,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
65 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.6
Comida COMIDA
6.3
Precio medio entorno ENTORNO
6.1
RCP CALIDAD-PRECIO
4.6
La facturita
Opiniones de Posada de la Villa
OPINIONES
10

Veinticinco años despues hoy hice una reserva online, para empezar no tenian constancia. Nos dieron mesa, buen cordero, buena ensalada de pimientos, media de vino de los de la casa, un agua templada o digamos fresca, un trozo de pan al corte y dos porciones de leche frita de 14x10.
100 pavos!!!, el iva aparte ce los precios en carta y el pan te lo plantan de caro atrezzo y pagas 4,50, las dos pociones de leche 16€, pero vamos a ver, que donde estamos!!!, me parece carisimo

  • La facturita

    La facturita

Tal vez (espero que no) mi comentario sea algo sesgado. Pido de antemano disculpas por ello si diese esa impresión. La Posada de la Villa es un restaurante al que he ido muchas veces con mis padres. Raro era el mes que no comíamos allí al menos una vez. Pero desde hace varios años no visitaba este sitio. Este día 21 de abril tuve un grato reencuentro con La Posada y sus gentes. Nada parece haber cambiado, la decoración, los platos, el ambiente, la amabilidad de Juan (uno de los maitres) y, también hay que decirlo, el despiste de la atención en sala. Mientras esperábamos la carta y decidíamos la comida nos pusieron unas aceitunas aliñadas muy buenas y unas croquetas de bacalao cremosas, pequeñitas y perfectas de punto. El fallo en esta fase es que se olvidaron de preguntarnos si queríamos tomar un aperitivo mientras tanto... El resto fue correcto en cuanto a atención y servicio.
Tomamos al centro una cebolla del posadero, que es cebolla enharinada y frita, y chistorra de navarra. La cebolla muy buena de sabor pero llegó algo fría a la mesa. La chistorra muy buena.
Los segundos fueron un chuletón de ternera, dos gamos braseados y lomo de buey (que fue mi elección). El lomo perfecto de punto y textura. Carne sabrosa y de buena calidad. Un pero es que no había nada de guarnición en el plato (aunque la carne era suficientemente protagosnista). El chuletón también muy tierno pero... la carne de ternera me resulta insípida. El gamo una delicia. Filetitos de lomo de gamo asado y luego con una salsa de jugo del propio gamo acompañado de puré de castañas y puré de manzana. Tierno y potente de sabor.
El postre consistió en un variado de milhojas de frambbuesa y crema (tierno y rico), leche frita (algo sosa) y bartolillo (muy, muy rico pero debería llevar lago más de crema).
Para beber una botella de Condado de Haza 2007 y tras los postres unos licores.
Se debería renovar el coperío ya que se veían bastantes vasos y copas con zonas saltadas en el pie.
Mención aparte el pan que es estupendo, bien metido en harina, tierno, fresco y de corteza crujiente. Vamos un pan como debe ser un pan.
En resumen decir que me parece un buen restaurante, con muy buena materia prima y elaboraciones, a priori, sencillas pero muy logradas. No se el precio de la cena ya que fuimos invitados pero me parecía que los precios en carta eran, ciertamente, algo altos. Cocina madrileña-castellana bien ejecutada. Esta vez no tomamos cordero asado (aunque yo me lo pensé a pesar de tratarse de una cena) pero es el producto estrella de la casa. La "decepción" de la noche fue que no pudimos ver pasar las procesiones de Jueves Santo desde el balconcillo del restaurante ya que cayeron chuzos de punta y se suspendieron...

Visitamos este restaurante un 29 de diciembre y por momentos pensé que estamos en el día de los inocentes.

Al llegar nos dijeron que estaba completo y que esperásemos 30 minutos, nos apuntaron en la lista de "no fumadores" tal como pedimos. Pasada la media hora llegamos al restaurante y menos mal que habíamos visto donde nos habían apuntado, porque el camarero nos decía que no era posible. Tras un rato en la barra nos sientan en una mesa al lado de 2 fumadores.

De primero un plato de jamón espectacular, y un plato de setas cardo a la plancha muy buenas.

De segundo unas costillas de cordero frías acompañadas de patatas panadera con gusto a quemado, supongo que el tiempo que les sobró a las patatas fue el que estuvieron esperando las costillas ya hechas. Las costillas tardaron como 20 minutos en venir. Fuimos al restaurante a probar el cordero asado, pero a las 15:30 ya no les quedaba cordero .... tengo que volver para poder probarlo.

Pedimos una ensalada verde, que sale muy mal de precio, como es de esperar en un asador, no me quejo, pero lo digo :D

Lo acompañamos con Marques de Riscal, que sale muy bien de precio en este establecimiento.

El camarero muy atento y amable mientras no le preguntases.

Fuimos a este restaurante recomendados por otra persona y la verdad es que no me defraudó para nada. Restaurante antiguo situado en plena cava baja de Madrid. Cómida tradicional sin lucimientos pero exquisita en conunto con una materia prima muy buena. Comimos un revuelto de la casa con jamon , trigueros y otras cosas, muy bueno. De segundo el cordero al horno de leña, excelente!! Como postres tarta de queso y sorbete de manzana con sidra. Vino un contino reserva 2004. Bastante bueno. Copas de vino tipo riedel muy aceptables. Carta de vinos bastantes completa con refrencias de muchisimas denominaciones españolas con hincapié en Riojas y Riberas. Como colofoón un Habano Trinidad y un Chartreuse Amarillo en Madrid!!! Precio con vino de 45 euros 60.-€ por persona. Yo comí como Dios y es que con la comida tradicional cada día disfruto más. Servicio atento y bastante rápido.

He ido en varias ocasiones a este local grande, que ocupa todo el edificio. Es un local muy típico y bien cuidado. La carta de vinos es correcta, pero tomamos el vino de la casa de la DO de madrid. En esta visita fuimos cuatro: Croquetas, el típico lechazo asado en el horno de leña muy rico, una lubina extraordinaria, sopa de ajo, pan de pueblo. Para postre los dulces típicos, leche frita, etc. para probar un poco la diversa reposteria. Se come bien y las raciones son grandes, los precios un poco caros.

Local que ocupa todo el edificio, tipico con el horno en la planta baja. Mesas, mantelerías y coperio correcto. Solo que si se llena, que se llena, hay mucha gente. Carta de vinos muy extensa y el servicio del mismo mínimo. La última visita tomamos para 6: Croquetas (si mas), queso curado (igual), jamón de jabugo correcto, morcilla de burgos bastante buena, pimientos del piquillos y el típico lechazo asado en el horno de leña muy rico. Pan de pueblo y vino Marques del Riscal Reserva 02 que acompañó muy bien. Para postre los dulces típicos que te ofrecen.

Se come bien y las raciones son grandes, los precios me parecen carísimos y el lugar es para comer lo de siempre sin ninguna concesión a la innovación o sorpresa gastronómica. No puntuo el precio porque no pagué yo, pero en la lectura de la carta recuerdo platos de coste muy elevados.

Comida de la "del Foro de toda la vida", buena sin más.
El cordero estaba en su punto (cordero, no lechazo) pero con el calor que hacía en la sala no lo pudimos disfrutar.
Carta de vinos corta y rancia.
Por ese precio y para ese tipo de comida en Madrid puedes encontrar decenas de restaurantes.

Hice hace unos meses una visita al mediodía.
Me interesaba mucho este sitio, pero salí un tanto decepcionado.
Pedimos caracoles, setas a la plancha y carne, que estaba recocida.
Los vinos caros y a mala temperatura, servidos en copas normalísimas.
El servicio de toda la vida, correctos pero distantes.
Una pena.

Efectivamente en las dos ocasiones en que estuve, me parecio algo impersonal y demasiado "atestado" para poder tener una esmerada atencion.
Sinceramente, el cordero no esta mal,pero aqui, de donde soy, se comen igual de buenos a mitad de precio..Supongo que sera, tal vez, el peaje de la capital....

Un gran exponente de la comida castiza de Madrid. La carta es algo corta aunque suele haber sugerencias aparte.
Postres maravillosos. Buena carta de vinos, todos ellos españoles , pero con precios algo altos, y servicio algo desatento.

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