Hacía 5 años que no iba a Gustibulus. La última vez nos gustó y tenía buen recuerdo de aquella cena. No diré que la última visita nos haya decepcionado, pero nos ha quedado un regusto a lenta decadencia.
La comida que sirven en este italiano (no pizzería!), es buena y con platos interesantes, pero seguramente en estos 5 años de la última visita, la estética de los restaurantes ha cambiado (o quizá he cambiado yo ....) . Pero lo encontré triste . Quizás una capa de pintura y/o alguna redecoración le convendría. El servicio correcto pero también un poco triste ... Como si se hubieran contagiado de las paredes.
Seguramente dos cosas le van en contra .... Una es que la sociedad ha evolucionado hacia la moda del diseño y requeriría de alguna remodelación, aunque sin llegar a las exageraciones de "culto al diseño" como estas lugares "guays" que ahora abren con firma y todo ... "decorado por la por la conocida interiorista Cuquita X y con zona de wc mega-guay..".. :).
La segunda cosa que le va en contra es el barrio. Si estuviese ubicada en Ciutat Vella o el Born pasaría más desapercibido ... Pero está en zona noble, se nota un poco más.
La carta es amplia y con muchas opciones interesantes fijas y de temporada que podéis consultar en la web. Optamos por compartir 3 platos como inicio (mortadela, parmigiano i una olivas aliñadas). Y continuamos con platos de pasta. En mi caso unos "Spaghetti all'aglio, olio, peperoncino, bottarga y pecorino sardo" y unos "Triangoli di gamberetti fatto a mano con salsa di Limone" que estaban recomendados y eran buenos.
La carta vinos muy "clásica" y optamos por un vino italiano que resultó bastante bueno. Un DOC Valpolicella y en concreto el Alegrini hecho con uva típico de esta DOC (Corvina Vernonese 65%, rondinella 30% y Molinari 5%).
Y como postre compartimos un muy correcto Tiramisu.
Quizás uno de los encantos es el jardín que rodea este restaurante y que al reservar no me atreví a reservar allí, debido a que hacía tiempo fresco. También recuerdo de la otra ocasión que estuve, que la planta superior, era un poco más acogedora.
Seguramente tardaré en volver pues tengo otros italianos en BCN que me gustan y tengo bastante abandonados. No es económico teniendo en cuenta que no elegimos ningún plato de nivel y el coste sin vino y con dos cafés se acercó a los 60 € los dos.
Ricard Sampere
www.restaurantscat.cat
Siguen siendo escasos a mi modesto entender los restaurantes italianos en Barcelona ( que no pizzerias)y siempre es un motivo de alegría conocer alguno nuevo. Es el Caso de De Gustibus. Sencillo, muy bien ubicado y una terraza en la que se está de lujo. Respecto a la comida hemos compartido de primero una mozzarella de Buffala con cuscus y unos vongole con salsa de tomate. Muy bien. A continuación nos hemos decantado por la pasta y yo he tomado unos tagliatele con suave pesto y salsa de ceps. Sencillamente muy buenos. Pasta fresca. De vino nos hemos dejado aconsejar por un Castel Firmian, Cabernet de Trentino.(adjunto foto) Relación calidad / precio excelente y temperatutura del vino muy buena. Servicio correcto, profesional y atento. Habrá que seguir probando platos, acudir de noche........
Algo parco en servicio pero una cocina italiana excelente y bastante cuidada -no pizzas naturalmente-. Platos originales. Local agradable y tranquilo.
A ver si alguien lo conoce.