El lunes estuve con dos amigos en el local de Cecilia y Raul, es un local pequeño pero con mesas bien distribuidas, no hay sensación de agobio. El servicio atento y natural, te hacen sentir como en casa, se nota que les gusta lo que hacen. Carta de vinos extensa, con referencias de pequeños productores y especial atención a los vinos naturales. Buena cristaleria Schott. Elegimos el menú (15€) pero probamos un poco de todo, crema con pulpo (buena), arroz meloso de verduras del huerto de Raúl (magnifico), pluma de ibérico (muy buena), degustación de quesos. Tarta de chocolate. Aunque parezca mentira no me acuerdo del nombre del primer blanco que tomamos pero estaba buenisimo, tinto Rabia de Viña Cerrón, magnífico petit verdot y varios vinos más (sauternes, palo cortado, amontillado). En definitiva un sitio muy recomendable.