Entramos un poco por casualidad, motivados por la decoración del local desde el exterior. El sitio es agradable, coqueto, cómodo. La comida bien (sin grandes halagos). Precio adecuado en general a lo que comes. Carta de vinos integrada en la general. Curiosa, ya que está llena de marcas muy conocidas no excesivamente habituales en sitios del estilo, como Alión, Valbuena 5º, Kripta, Maduressa, Luis Cañas,... En la otra hoja de la carta, sección aperitivos, fino, algún dulce de moscatel... Al ver esto me alegré porque parece que el tema del vino les importaba, pero qué decepción cuando le pido al camarero sudamericano una copita de fino para empezar y me dice que no me entiende, y que qué es eso ¿?¿?¿?¿?. Corriendo llega el dueño (supongo) y le dice "ese de ahí, el jerez". Luego pedimos Luis Cañas y no tienen, y sustituimos por un Callejo crianza a temperatura ambiente (nos preguntan si queremos cubitera y respondemos que sí). Botella de vino, 2 platos y postre 40 euros. Copas de vino decentes. Una pena. Muchos fallos. Costará volver.
El viernes pasado fui a cenar a este restaurante.... tiene terraza amplia y el interior del restaurante no es muy grande. Nos habian recomendado el restaurante, pero desde luego no creo que yo vuelva a ir a este sitio porque creo que cuando vas a cenar o comer a cualquier restaurante, el servicio tiene que ser agradable, y desde luego eso no me lo parecio el otro dia. Pedimos que subieran la temperatura del aire acondicionado (teniendo en cuenta que habia ventilador de aspa y la puerta del restaurante estaba abierta) y la contestacion que me dieron es que habia mas gente en el restaurante y que igual ellos tenian calor....(que casualidad que la chica de la mesa de al lado se pusiera el jersey!!!!!)..... cómo pueden dar esa contestacion????? luego el dueño del sitio nos dijo que si no estabamos a gusto pues...... ( intui que nos teniamos que ir si queriamos dejar de pasar frio)..... Nos quedamos, pero desde luego no recomiendo el sitio a nadie.
Eso, si, el sabado cenamos en un sitio que se llama Inbocca en conde altea... y eso si que es amabilidad y modernidad.... os lo recomiendo al 100%
El local está muy bien, ambiente moderno,agradable.Está decorado con lámparas de colores,espejos, madera en el suelo...no sé, me gustó.
En cuanto al servicio,está bien,aunque podría mejorar, nos atendió el que se presentó como el marido de la cocinera y no nos supo aconsejar muy bien, tal y como explicaba los platos parecía que todo fuera igual "al horno y crujiente" esa era su frase para todo...además nos metía mucha prisa para que eligieramos rápido y eso no me gustó.
La comida es sencilla, entrantes como ensaladas,ensaladilla de gambas, tostada de queso, etc... normalito todo.Y platos principales muy poquitos,la carta es muy pequeña(igual que las raciones):recuerdo entrecot con patatas y verduras, pepito sobre lecho de verduras, pitas y poco mas.
La verdad es que me decepcionó, esperaba mucho más de este sitio, no creo que vuelva. Lo peor: los postres, no se os ocurra pedir mil hojas de nosequé porque os quedareis tan estupefactos como me quedé yo: tres láminas finiiisimas de masa y unas gotitas de salsa. Muy rico el helado de yogur y también el flan. Aunque me fui con mala impresión por lo del postre, ya que tenia la sensación de estar comiendo aire por 4 euros.