Vinoteca

Hoy hemos ido en familia a la vinoteca Torres, para hacer una celebración familiar. En conjunto ha sido muy agradable, el camarero ha sido muy amable, ha entrado en el juego de sugerirnos vinos paramaridar los platos escogidos y ha respondido muy amablemente todas mis consultas, como ya sabéis me gusta hablar de vino y escuchar lo que saben los otros. Para mí no hay nada más agradable que dejarse aconsejar por los camareros y someliers y disfrutar de nuevas sensaciones.

Hablamos de los puntos débiles del restaurante. Hemos reservado no fumadores, y el espacio para éstos está en la planta baja, el restaurante está diseñado con largas mesas compartidas y para sentarse tienen taburetes, éstos son mucho incomodas y desproporcionados. Hemos encontrado que la parte de fumadores está en lo que inicialmente era uno reservado con una gran mesa en la parte superior del restaurante, el encargado del mismo nos comenta que inicialmente todo el restaurante era para no fumadores, pero por exigencias de los clientes han tenido que habilitar la sala del reservado para los mismos.

Hemos decidido arriesgarnos y comer en el reservado para fumadores, ya que la mesa es estándar, con sillas normales, muy cómodas.
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Hemos empezado con una cata de aceite de arbequinas de 0,2º de acidez, bueno pero tienen uno mejor de casi 0º, mucho más caro ya que el proceso de elaboración es más complejo. A continuación hemos tomado patatas bravas (que estaban refritas, aquí el camarero ha patinado, pues hemos insistido que queríamos patatas acabadas de freir y él ha insistido en que todas lo son, no está bien engañar a los clientes, y más cuando no sabes quién tienes delante) ...
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No nos hemos enfadado, en conjunto estábamos de buen humor y hemos quedado que iremos un día al Tomàs para probar las bravas de uno de los últimos bares que las hacen.
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También he probado buñuelos de garbanzos, boquerón frito y bombas. Todo madirado con un Santa Digna Carmenère. Nos recordaba notas vegetales, (pimiento verde) de Chardonnay o Merlot, en conjunto un vino equilibrado, con notas de crianza muy leves y agradables.

El segundo plato ha sido un arroz caldós con llamantol, perfecto, estaba al punto y sin impedimentos, nos lo han maridado con un Jean a Leon Petit Chardonnay, delicioso.

Los postres correctos, y el precio aproximadamente 40€ por persona.

Volveremos.

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Francescf

    No sabía que el chardonnay pudiese tener pirazinas... :-O

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