¡Qué bien se come! (y se bebe)

Hacía ya un tiempo que tenía ganas de ir a este restaurante debido a las buenas críticas que había recibido en estas páginas, así que aprovechando que pasábamos por Valladolid de camino a casa hemos parado para cumplir con nuestro deseo. El local se ubica en el centro de la ciudad, junto a la catedral, y a un paso de la plaza Mayor, donde tomamos unos vinos y tapas antes de ir a comer.

El local es de líneas vanguardistas, cómodo, con amplia separación de mesas y una excelente vajilla y coperío. El recibimiento es cálido y cercano, por lo que te sientes a gusto desde que entras. Hay sitios que tienen algo que te dice ya desde el principio que vas a tener una buena experiencia y aquí noté eso desde el minuto uno. La carta es reducida y, según nos cuentan, la cambian continuamente para adaptarse al mercado. Con idea de probar varias cosas pedimos el denominado Menú Festival (38€), que consistió en lo siguiente:
- Snack: patatas fritas y palitos crujientes de pan con distintos sabores.
- Aperitivo: se me olvidó sacarle una foto como ayuda para después recordarlo, pero creo que fue una especie de cremita de berenjena.
- Alcachofas con espárragos de Tudela de Duero: una combinación de estas dos verduras, acompañadas de mollejas de ternera y un fondo de carne. Exquisito.
- Callos de bacacalo al pil-pil: para chuparse los dedos, con el pil-pil ligero para no llenar demasiado.
- Merluza con puré de patata: muy bueno, y eso que el pescado estaba un poquito más hecho de lo deseado.
- Pie de cerdo: presentado en forma de cilindro y acompañando de un jugo de carne, llamaba a la gula.
- Quesos de la tierra: tres pequeñas muestras de queso de la zona de Rueda acompañadas de mermelada de verdura (no recuerdo cuál). El que más nos gustó fue uno de tipo azul, variedad que me parece una rareza para esta zona.
- Postre: una rica crema de frutas con toques de trufa.
Todo el menú se encuentra a gran nivel, sin fisuras, con buen género, buenas elaboraciones y notables resultados. No hay que pasar por alto el excelente pan con el que se acompaña la comida, uno de los puntos habitualmente más flojos de la hostelería. Por cierto, me obsequiaron con media docena de bollitos para llevar para casa, detalle que nos evitó tener que pasar por la panadería a comprar una barra de pan industrial para cenar.

A mis hijas les ofrecieron solomillo fileteado con patatas fritas, riquísimas ambas cosas. Eso sí, cuando vimos la cuenta por cada una de ellas nos habían cobrado 23€ (menos mal que sólo tengo dos), precio que me parece excesivo. Lo compensa el hecho de que el precio del menú degustación es muy competitivo.

La carta de vinos es amplia, pero poco profunda, sin que falten referencias interesantes. Después nos comentó la sumiller que tienen muchos más vinos fuera de carta, pero que los van rotando continuamente. Elegimos un Finca La Emperatriz Garnacha Cepas Viejas 2009 (29€), servido en excelentes copas y con servicio de llenado.

Terminamos la comida con un par de cafés solos acompañados de Petit fours de mucho nivel, y con el deseo renovado de volver en cuanto haya ocasión, eso sí, sin niñas.

  1. #1

    Gastiola

    Ya veo que te has propuesto no darme ventaja. Además sin bares de tapas.
    Pues desde luego que parece una buena propuesta, como yo además no tengo niñas.....

  2. #2

    oscar4435

    El 5 esta claro que es por los solomillos , es muy habitual este tema , que les costara tener algún menú infantil cada día hay mas gente con niños comiendo por ahí.

  3. #3

    Kintiman

    Noemí con esa voz tan dulce te hace sentirte como en casa desde el primer momento.
    Lástima lo del precio de los solomillos para la crías, son detalles que se deberían cuidar mas y a veces resultan un handicap para los que tenemos hijos.

  4. #4

    Joseangel

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    Intentaremos aguantar la ventaja en la medida de lo posible, pero tu haces doblete fin de semana tras fin de semana y yo sólo en ocasiones, así que para septiembre o así estaremos a la par (aunque antes me habrá pasado el de Bilbao)

  5. #5

    JaviValencia

    Es uno que tengo en el punto de mira desde hace tiempo, y mira que he estado cerca últimamente. Espero visitarlo de una vez por todas porque vuestros comentarios asi me empujan ;-)

  6. #6

    Joseangel

    en respuesta a oscar4435
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    El problema fue el de la carne de las crías: 23€ por un solomillo es muy caro, sobre todo teniendo en cuenta que la elaboración era bien sencilla (plancha, vuelta y vuelta).

  7. #7

    Joseangel

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    La verdad es que la persona encargada de la sala (Noemí) nos atendió muy bien, siempre pendiente de todo, dando todo tipo de explicaciones sobre los platos, preocupándose de sí estábamos comiendo bien... vamos, una maravilla.

  8. #8

    Joseangel

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    Sólo conozco parcialmente el panorama gastronómico en Castilla-León, pero creo que como este local hay pocos. A pesar de ello, nada más estaban ocupadas tres mesas. La crisis seguro que tiene que ver, pero posiblemente más al hecho de que la mayoría de la gente sigue asociando Castilla al binomio lechazo asado y botella de Ribera, y de ahí no les sacas.

  9. #9

    Hambrebuena

    Por lo visto un restaurante de referencia en Valladolid.

    Cómo que sin niñas?? Si seguro que algo tuvieron que ver en el regalo de los bollitos... o esta vez no? Bueno, nos tendrás que explicar el truco!

    Saludos!

  10. #10

    Pibe2000es

    en respuesta a Joseangel
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    pues fíjate que no he querido subir mi crítica... por que, un día malo lo puede tener todo el mundo.

    Yo opté por el menú del día. 25 euros. entrante, primero, segundo y postre. La verdad es que no estuvo a la altura, ni de lejos. Pensé que quizás se trató de un mal día, o quizás, de un problema de difícil solución: son tiempos de crisis y toca adaptarse a menús más económicos, pero sin reducir calidad. Una tarea complicada, pues optes por quitar materia prima, reducirla o lo que sea, finalmente, perjudicas el resultado... y en este caso, la resultado fue mediocre. El rabo de toro en cubos estaba semi quemado, la sopa castellana era completamente insípida, el postre anodino (aunque lo mejor del menú)... en fin, decepcionante.

    Me regalaron la copa de vino (reserva especial de Abadía de Retuerta), quizás porque vieron en mi rostro que el menú no me había convencido.

  11. #11

    Joseangel

    en respuesta a Pibe2000es
    Ver mensaje de Pibe2000es

    Nuestra experiencia fue gratificante, salvo por el precio de los solomillos que ya he mencionado, demostrando que en la cocina saben hacer bien las cosas. Creo que cuando esto es así se debe demostrar siempre, independientemente del precio del menú. No es de recibo que la calidad se resienta porque el precio del menú sea menor. En esos casos hay que usar recetas en las que los productos sean más baratos, aunque siempre de calidad, o que la elaboración sea más sencilla. Habrá que ser bienpensantes y creer que tuvieron un mal día.

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