En un evento de Verema con burbujas se hace cómodo quedarte en el restaurante del precioso hotel para comer y seguir rápidamente catando espumosos de buen nivel.
El comedor propiamente dicho, salones aparte, respira elegancia y clasicismo, como todo por aquí, pues hasta en las paredes hay colgada una obra de Sorolla. El servicio es eficiente, discreto y con buen ritmo de salida de platos desde cocina. Las mesas bien vestidas con manteles de tela, buenas copas, cubiertos, etc, con el mismo clasicismo de las paredes y el lugar.
No vi carta de vinos porque había que cambiar de bebida de la mañana y de la tarde. Una cerveza de presión bien tirada y buena temperatura de servicio. Para comer hay una carta de comidas bastante básica con ningún plato sorprendente, salvo la sorpresa de encontrar sandwichs y hamburguesas en un sitio así; opto por la rapidez del menú ejecutivo (25€) que cambia cada semana, con unos entrantes en pequeñas raciones y con un abundante plato principal:
. ensalada de sardinas en escabeche: buena combinación. Agradable.
. pelota de sepia y gambas con caldo suave y verduras: apropiado del invierno, bien de sabor. Cumple bien.
. huevo baby a 63º con crema de boletus y chips de alcachofas: unos elementos que es imposible que fallen. Recomendable.
. arroz cremoso de pato y ajos tiernos con calabaza asada: sorprende el sabor dulce que aporta la calabaza, buena cocción, buena presencia de carne en buen punto. Recomendable.
. mini gofre con helado de stracciatella y salsa de chocolate caliente: parecía un exceso de azúcar, pero está bien equilibrado; el mini gofre crujiente aporta textura ya que sabores y temperaturas diferentes ya tiene. Bien.
No hubo café ni mucha sobremesa por acudir al evento. El tema de precio viene condicionado por el alto costo de la cerveza (4€) y de cualquier extra como agua, café; por contra un buen pan y aceite en la mesa.
Si estás en el hotel o en evento cumple, pero en la zona hay diferentes opciones interesantes si vienes adrede. Hay peores hoteles (todos son peores) en la ciudad que ya dedican importancia a la gastronomía; se merece una cocina de altura aspirante a estrella Michelín y se ha quedado en brasserie.
arroz
huevo
pelota
postre
Pues sí. Hacía tiempo que no iba a alguno por aquello de la masificación sin mascarillas. He aprovechado sobre todo el horario de la mañana que no había mucha gente.
Saludos
Soy devoto tanto de Baco como de Pantagruel.
Saludos
Alguna sospecha tenía de ello. ¡Je,je,je,je!. Saludos desde la Capital del Hojaldre, Torrelavega.
Porque también estás en ese club!!
Saludos
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