Mucho mejor de lo esperado

No solemos frecuentar los restaurantes de hotel pues salvo raras excepciones no acostumbran a estar a la altura, pero como nos habíamos traído unas botellitas para abrir con los amigos y ofrecían la posibilidad de descorche por un precio (6€ por botella) más que correcto para el tipo de establecimiento en que nos encontramos, pues decidimos comer el sábado del encuentro el menú concertado con Verema. La sala es amplia, cómoda, silenciosa, mesas elegantes y vajilla y cristalería a la altura, con vistas a la playa y un entorno realmente fantástico, al fin y al cabo hablamos de un hotel 5*GL.

Dicho menú (32€) consistía en tres entrantes, tres principales y tres postres a elegir, además de un aperitivo por cuenta de la casa, una galleta de foie con fresas sabrosa y muy fina. Como éramos tres pedimos un entrante diferente para compartir, en primer lugar unas croquetas de jamón ibérico con ensalada de quesos aderezados, bien fritas, recientes y cremosas, como deben ser. Después nos sirvieron el huevo campero a baja temperatura con espuma de patata y fricandó de habitas, trigueros y ajos tiernos, un plato francamente bueno por la conjunción de sabores y su ligazón, especialmente destacables esas tiernas habitas. Por último pedimos la pastela de cordero lechal sobre humus y ensalada de yogurt, curiosa esta pastela por su ejecución, pero ante todo jugosa y con marcada personalidad. Lo cierto es que los tres entrantes estaban francamente buenos. De segundo pedimos los tres el “arrós caldós amb bolets” , con pollo, conejo y pato, y el aderezo de un mix de setas, además con tavella y garrofón. Una buena cazuela de arroz caldoso y contundente, base de caldo llena de sabor y fuerza con abundantes trozos de conejo y aves y generoso en setas, un plato calórico y poderoso pero del que no nos dejamos nada. Muy bueno este arroz, sin duda. De postre pedimos los tres igualmente el brownie templado con sorbete de coco y piña al vacío y de nuevo con resultados satisfactorios, a pesar de que arroz nos dejó más bien saciados nos zampamos igualmente este brownie. Lo cierto es que nos sorprendió muy gratamente la cocina del hotel, un menú ciertamente convincente tanto por cantidad como por calidad.

Como hemos reseñado anteriormente decidimos comer en el hotel por la posibilidad de descorche y por tanto no pedimos la carta, que por otra parte nos comentaron que era excesivamente clásica y previsible, en cualquier caso todo fueron facilidades, nos pusieron tres copas a cada uno, nuestra cubitera, en fin, un servicio muy cuidado y esmerado, algo esperado por otra parte en un hotel de este nivel. Bebimos un original y directo Champagne Ulysse-Collin Blanc de Noirs “Les Maillons” , un equilibrado, fresco y adictivo Emrich Schönleber riesling Halenberg GG 2006, un elegante, distinguido y delicioso Contino Reserva 1982 (gracias, Jesús) y terminamos con un potente y estructurado Clos Martinet 2003, que a la hora de la verdad quizá el único vino que pudo con el poderoso arroz. Terminamos brindando con unas copas del excepcional Cava Gramona Celler Batlle 2002, cortesía de la amiga Linda.

Así pues, lo cierto es que nos gustó mucho el menú y comimos estupendamente con esa posibilidad además de abrir nuestras botellas con un precio de descorche más que correcto, al final casi se nos fueron las tres horas de descanso comiendo entre las catas matutina y vespertina. Pero desde luego que mereció la pena y nos parece que este es un hotel que cuida igualmente la parte gastronómica. Eso sí, creemos que comer a la carta ya sale mucho más caro…

  1. #1

    Emili

    Me alegro que te gustara. Enhorabuena por el ágape y el acompañamiento. Aunque quizás como bien dices, el Clos Martinet es el mas potente de todos, me quedo con el, me encanta ese Priorat.

    Saludos.

  2. #2

    EuSaenz

    en respuesta a Emili
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    Nos gustó mucho y la verdad no nos arrepentimos para nada de haber escogido comer allí el sábado, además esa posibilidad de llevar tus vinos a un precio justo de descorche es muy atractiva. El Martinet estuvo perezoso y le costó abrir pero al final se mostró como un Priorato de verdad, con raza, además con un arroz tan potente hacía falta un vino así. De esa comida yo me quedo con el riesling (un grande) y el Contino (vinazo de los que hacen época). El Champagne y el cava muy buenos, cada uno en su estilo.

    Saludos,
    Eugenio.

  3. #3

    Jordi F

    La verdad que mejor de lo esperado. Servicio y entorno muy bien, al igual que la comida... el huevo un poco difícil de compartir jeje. Los vinos todos muy buenos... bueno, al Clos Martinet le faltó haberlo decantado y tal vez a los comensales una hora más en la mesa.

  4. #4

    EuSaenz

    en respuesta a Jordi F
    Ver mensaje de Jordi F

    No le hubiera venido mal una dosis de decantador al Martinet y como bien dices, ese arroz tan contundente bien hubiera necesitado una digestión más prolongada….en cualquier caso estuvo muy bien.

    Saludos,
    Eugenio.

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