Buen restaurante/excelente servicio

He estado en un par de ocasiones y quiero destacar el local, que es una antiguo molina del siglo XVIII especialmente bien conservado y con mucho gusto decorativo. Os recomiendo para cualquier reunion que reserveis el salon de la planta superior, quedareis muy bien.

Tengo que destacar que la carta de vinos es algo escasa y con pocas d.o. La temperatura de servicio es adecuada.
La amabilidad es la nota dominante del lugar y en su lugar "ni clavo ni tres pelucas", ya me entendeis.

Los entrantes estan correctos y os recomiendo la carrillada como plato principal.

Buena relacion precio/calidad.