Hace tiempo que tenía ganas de ir, y la sensación al acabar no fué nada buena...
El local me parece muy bonito, decoración moderna, despierta espectativas positivas, pero aquí acaba todo. Servicio altivo, me considero un cliente fácil, me gusta dejarme aconsejar, pero este señor con llevar los platos tiene bastante. Carta de vinos algo corta y el servicio se limita a abrir la botella, en cuanto a la comida, ni bien ni mal, normalita pero con raciones muy cortas, ahora, debía de estar muy bien, por que cuando te traen la cuenta....CARO¡¡¡. Cenamos berenjenas a la miel, ensalada de queso de cabra, rueda de quesos y una cazuelita de huevos, jamón y patatas, no tomamos postre y para beber agua y una botella de Valdemar, acabamos con café y cortado.RCP.-37 por persona