Aceptable menú de 3 platos en un entorno agradable

Mediodía en plena Navidad pero 18 grados de temperatura en Barcelona. Decidimos comer en la terraza situada en la acera. A pesar de ser una calle muy céntrica, no fue en absoluto agobiante. Es de destacar que no hay recargo por ello. El comedor interior, muy amplio y soleado, es también muy agradable.

El menú, a 12.90 eur todo incluído viene con entrante, dos platos, bebida, pan y postre, algo que no es muy habitual. Para beber, se puede escoger agua, cerveza, refresco o vino de la casa. Dejando aparte el entrante, que no se puede escoger, hay 4 opciones para 1º, 2º y postre.

El entrante era sopa del día. Parecía de "bolets" (setas) con algo de verdura. Muy buena, de lo mejor del menú. Ración aceptable para un entrante. El pan que ponen (panecillo) está bastante rico.

De primero, Risotto de salmón ahumado y queso crema... No muy destacable, demasiado discreto el arroz, el salmón por encima no le aportaba gusto al arroz y la crema/queso algo mediocre. Se podía comer, eso sí.

De segundo me decidí por cordero con patatas... también discreta la carne, con mucha grasa. Ración correcta. Las patatas, pequeñas, enteras y con piel, estaban más conseguidas. Venía con un all i oli bastante suave.

De postre (se puede cambiar por café), pastel del día, que era de tiramisú. No sé si era casero pero estaba bien para ser de un menú tan asequible. El tamaño algo pequeño pero no diminuto.

El restaurante es argentino/italiano. No es una referencia en Barcelona, pero lo asequible de sus precios (tiene otros menús diarios más cárnicos por 14/18 eur) lo hacen un buen lugar para iniciarse en este tipo de comida. El local es muy agradable por dentro, sólo por eso vale la pena visitarlo de vez en cuando.