Estuve en este pequeño pero original restaurante el día 1 de octubre de 2007 en mi visita a Cuenca.
Sobre el vino sufrí una gran decepción al pedir vino por copa que en carta era Ovidio crianza 2003 y al pedir dos copas el camarero del restaurante en un principio nos dijo que si pero cual fue mi sorpresa cuando nos puso Martue 2006 porque "lo tengo abierto y es mejor",SIN COMENTARIOS SOBRE LA COMPARACIÓN.
Pedimos Foie caramelizado,una delicia que mereció mucho la pena,lasaña de moluscos para nuestro gusto regular y la recomendación muy muy buena fue pichon.
De postre nos puso un chocolate blanco y con leche buenisimi.
No está mal.

Local interesante,algo diferente que es de aggradecer ,peros ,quizas el servicio y que el precio cada vez que ido ha sido mayor

Como los anteriores que han escrito sus comentarios, creo que es muy llamativa la configuración del local. Pequeño y raro, al principio piensas que estas comiendo en la barra, y es verdad, pero es cómodo y de paso delante tienes al cocinero delante y le ves hacer tu plato, incluso lo tienes tan cerca que te comenta cosas.
De acuerdo de que es el mejor foie que recuerdo haber comido y llevo unos cuantos también.
La bodega es suficiente y con precios razonables. Una buena elección en todo caso.

Me sorprendió mucho el local por su configuración modernista pero cómodo, no estoy acostumbrado a encontrarme locales así. Pasando a la comida , impresionante, el mejor foie que me he comido nunca, y han sido unos cuantos, en lineas generales cocina creativa, con el punto de tener justo delante al chef preparando los platos. Para disfrutar con la comida y con el espectáculo, saco la conclusión que en muchos restaurantes con mucho nombre de la zona , no se come mejor.