Donde bien se come y apetece volver

Hace casi un año y medio de mi último comentario de este restaurante, lo cual no indica que en este tiempo, no haya acudido en unas cuantas ocasiones al mismo.

Ayer hemos acudido siete comensales, de los cuales solo dos hemos acudido al mismo en más de una ocasión y tres no le conocían, por tanto aprovechamos para hacer un repaso de los platos más “bandera” de la casa y doy fe que todos, como yo esperaba, salimos encantados.

Reserva previa para las 15 horas y como todos venimos de nuestros respectivos trabajos y de una zonas distintas de Cantabria, no hemos reunido en la terraza al fin, a las 15.30 o algo más, ¡no hay problema¡ recibimiento con una sonrisa y tomamos, para abrir boca el ya famoso vermout de Oliveros, que como por esta zona no se suele ver en otros locales, se está convirtiendo en “el vermout de donde Fonso”•

Ya sentados empezaban aparecer los platos, en su gran mayoría por iniciativa de la casa:

Primero como aperitivo, una tosta por comensal(mejor dicho fueron ocho) de queso de Divirin con mermadla de pimientos. El queso no suele fallar y el resto, como es el trato del producto tampoco falló.

Luego van saliendo en cantidad de dos platos a repartir entre los siete:

- Escabeche de bonito. Plato que siempre tiene su punto especial en esta casa y ahora que estamos empezando la temporada, más. Curiosamente maridó perfectamente con el ya comentado vermout(ya lo sabíamos y habíamos reservado algo de nuestras copas de la terraza para este momento).

- Ensalada de melón, salmón y jamón y no sé si con algo más: curiosa su preparación en tacos, consiguiendo una muy buena congruencia de sabores . Gustó sobremanera el taco de salmón.

- Revuelto de perrechicos: ha sido una temporada floja de esta seta y estamos en los últimos coletazos de la misma, pero según nos dijo Fonso, quizás son los últimos que reciba y eran de la zona de Castro Valnera(zona fronteriza entre la zona pasiega y el norte de Burgos). El plato que se había realizado con huevos caseros con su color característico, estaba para quitarse el sombrero.

- Huevos rotos con patatas y foie, con una reducción de cerveza negra. De los platos más clásicos de la casa y que siempre que acudo, veo que alguien los pide, ¡por algo será¡.

- Albóndigas de buey, ya comentadas en esta páginas en varias ocasiones, están especiales al par que buenas , pero es que su salsa incita a mojar y remojar.

Con la duda de probar algo de la famosa carne que tienen en esta casa(al final desestimamos en bien de la salud) pasamos a los postres.

Se pidieron 5 postres, donde de la famosa tarta de la abuela o de galleta, triunfo(fue la que tomé yo y por tanto la que puedo comentar) presentada con una buen temperatura, sin sobresalir el dulzor y muy en su punto en todo.

En cuanto a los vinos,(no era un grupo de apasionados del vino, aunque si les gustan los buenos) primero tomamos(por iniciativa de Fonso, pues no conocíamos el mismo ni de lectura) Tuerce Botas.- graciano 100% 2009 y de segunda botella, un Paisajes 2008.

En cuanto al servicio del vino, con copas de muy buen nivel , con cambio de las mismas para segunda botella y muy buena temperatura.

En cuanto a platos cambio constate de platos y de cubiertos.

Cerramos la comida de nuevo en la terraza, que aunque ayer hacia 32 grados en esos momentos(sobre las 18.30-19 horas), como está ampliamente protegida por grandes árboles(robles y fresnos de unos diez metros de altura) se llevaba bien, donde tomamos varios cafés , refrescos de cola, un GT de no sé qué ginebra inglesa y una menos conocida tónica(dejamos a la casa improvisar) y un Cardu.

El partido de futbol nos mandó para casa.

Con todo lo referido, más varias botellas de agua, no alcanzó la cuenta los 200 euros por poco, creo que le faltaron unos 3 o 4 euros.

Como este suele lugar de peregrinación de los veremeros de afuera que nos visitan en verano, aquí os dejo un repaso de sus platos más característicos. Ada aquí te lo dejo.